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Danone confirma los contactos para vender su fábrica de Salas

La compañía propone un plan de ayudas para los empleados de la factoría láctea cercanos a la edad de prejubilación

Exterior de la fábrica de Danone en Salas. MIKI LOPEZ

La compañía alimentaria francesa Danone confirmó ayer al comité de la factoría de Salas la existencia de conversaciones con empresas que han mostrado interés en una posible adquisición de la planta una vez que la multinacional gala anunció su decisión de no continuar con la actividad fabril en ella.

Los representantes de Danone no precisaron ni el número ni la identidad de los grupos interesados, con los que las conversaciones, como ya informó este diario, son aún incipientes. Tampoco anticiparon un horizonte temporal previsible para alcanzar algún acuerdo que permita la continuidad de la actividad industrial en el centro fabril, una demanda compartida por los trabajadores, el Ayuntamiento de Salas, el Gobierno del Principado, el parlamento autonómico y el Ministerio de Industria.

Danone se ha dado de plazo hasta fin de año para cesar en su actividad productiva en Salas, por lo que queda margen para negociar un posible traspaso de la fábrica.

En la actualidad hay al menos dos empresas interesadas, según pudo precisar este periódico la semana pasada. Una de ellas es la compañía portuguesa Prolacto, que fabrica bases e ingredientes lácteos para la industria alimentaria y que exporta desde Azores a varios continentes, y la otra es un grupo no lácteo que no se ha identificado.

La petición sindical para que Danone contrate a una consultora especializada en la búsqueda de inversores está siendo considerada por la multinacional, que se comprometió ayer a dar respuesta la semana próxima.

Plan social

Danone planteó ayer en Oviedo a la representación legal de los trabajadores medidas de acompañamiento social y económico para el personal de la planta cercano a la edad de jubilación. Según la propuesta de la compañía, el personal en esa franja de edad se acogería al paro durante dos años tras la rescisión de contratos y, una vez agotada la prestación, la empresa cotizaría por ellos a la Seguridad Social hasta que alcanzaran la edad de prejubilación (en torno a los 61 años por tratarse de un despido colectivo) y les pagaría durante ese tiempo un porcentaje a negociar del salario actual. Esta misma remuneración persistiría hasta la edad de jubilación. A partir de entonces, la compañía se compromete a abonar una renta vitalicia a los trabajadores jubilados, que consistiría también en un porcentaje aún pendiente de negociación cuya finalidad sería reducir la brecha entre la pensión percibida y la que hubiesen recibido en el caso de haber seguido plenamente activos hasta la edad de jubilación.

En la negociación también participó la consultora LHH, contratada por Danone para acometer un plan de formación, recualificación y recolocación del resto del personal. Este plan se mantendrá mientras queden empleados de la factoría sin encontrar un nuevo empleo. La empresa se compromete a recolocar al 100% de los que busquen un nuevo puesto de trabajo.

Según las cifras que maneja la empresa, podría prejubilarse la mitad de los empleados fijos (71 de los 79 trabajadores ) y al resto se le buscaría una nueva ocupación. El 58% de la plantilla (46 personas) tienen más de 52 años. La representación laboral mantiene no obstante como prioridad que la fábrica siga abierta aunque sea en otras manos.

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