La compañía asturiana Alsa, filial de National Express, inició ayer, en alianza con el grupo luso Transvía, la prestación del servicio de urbano de transporte en Lisboa y su área metropolitana con una flota de 227 autobuses y 350 empleados, que atenderán 153 rutas en un área que abarca 390.000 habitantes.
El contrato, que fue adjudicado a Alsa y Transvía en marzo del año pasado, tendrá una duración de siete años, con una facturación durante ese periodo de 185 millones, aunque podría prorrogarse durante otros dos ejercicios adicionales. El grupo asturiano contará en Lisboa y su área de influencia con dos bases, así como un centro de control de operaciones, un sistema de ayuda a la explotación (SAE) y seis oficinas de atención al público. La flota está integrada por vehículos de última generación y bajas emisiones, además de unidades con propulsión híbrida, eléctrica y de gas natural comprimido.
Francisco Iglesias, consejero delegado de Alsa, destacó este logro como “un nuevo éxito” en la estrategia de internacionalización de la compañía, que actualmente opera en seis países y aspira a hacerlo en otros en los que tienen expectativas.
Alsa regresa así a Portugal, donde ya operó con transporte urbano en los primeros años 2000. Desde entonces había mantenido sólo la prestación de rutas internacionales con Lisboa, Algarve y otros destinos.
El año próximo, Alsa comenzará a gestionar a su vez el transporte urbano de Oporto, la segunda ciudad más importante del país tras Lisboa.
