La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El desacuerdo en el Europarlamento deja en el aire las exigencias de la industria asturiana

La Cámara frena el adelanto a 2030 del fin de CO2 gratuito, pero el calendario deberá volverse a votar previsiblemente el próximo mes

Emisión de humos en una industria asturiana. LNE

La Eurocámara frenó ayer la iniciativa de su comité de Medio Ambiente para adelantar a 2030 el calendario propuesto inicialmente por la Comisión Europea (CE) que marcaba 2036 como fecha límite para la gratuidad de los derechos de emisión de CO2, un plazo que daba margen a la gran industria asturiana para afrontar su descarbonización. Las votaciones de ayer también incluían la implantación del arancel climático para proteger a las empresas comunitarias. Sin embargo, la falta de un consenso claro provocó que estas medidas vitales para el sector fabril asturiano quedaran en el aire. El Comité de Medio Ambiente volverá a tramitar sus informes dentro de dos semanas, forzando una segunda votación que tendrá lugar en julio. Lo que sí que salió adelante fue la propuesta de prohibir de manera efectiva que los nuevos coches funcionen con combustibles fósiles a partir de 2035. Esta decisión no es definitiva, tiene que ser ratificada por el Consejo.

El texto presentado por el comité de Medio Ambiente en materia industrial se enfrentó a varias enmiendas en un Pleno que el eurodiputado asturiano Jonás Fernández (PSOE) calificó de “caótico”. El informe introducido por el comité de Industria, que proponía una vía intermedia, logró prosperar inicialmente: adelantar a 2034 el fin de la gratuidad del CO2, a cambio de incorporar medidas proteccionistas para la industria.

Pese al principio de acuerdo sobre el nuevo calendario, la sesión terminó torciéndose y el texto definitivo fue rechazado, devolviendo la tramitación del nuevo paquete de medidas a la casilla de salida. La negativa de buena parte de los diputados socialdemócratas decantó la votación: 340 votos en contra, 265 a favor y 34 abstenciones.

A juicio de la asturiana Susana Solís (Cs), “los socialistas votaron junto con la extrema derecha y los verdes con tal de no darle un calendario más digerible a la industria”. Ella había apostado por una enmienda que adelantaba el fin de las emisiones gratuitas a 2032. Fernández, que votó a favor de la enmienda de Industria en contra de la postura de su grupo, pide un consenso amplio para conseguir que las medidas “clave para la transición justa de Asturias” no se demoren. A sus ojos, “es momento de impulsar la transición ecológica al tiempo que se protege la competitividad de la industria”. Los portavoces socialistas, ayer, justificaban su viraje por el acercamiento entre los populares europeos y la “ultraderecha” para “rebajar los objetivos climáticos”, aunque fueron ellos al final quienes votaron junto a la “extrema derecha”.

Compartir el artículo

stats