Asturias registró en 2021 un nuevo récord tanto de aceptaciones como de renuncias a heredar, según los datos definitivos recopilados por el Consejo General del Notariado. Durante el pasado año un total de 9.610 asturianos asumieron un legado y 2.261 lo rechazaron. En el Principado, 19 de cada 100 herencias no se aceptan, mientras que la media española es de 15 y en Madrid, con mayores ventajas fiscales para los herederos, la tasa se sitúa por debajo de los 12.
El incremento de las aceptaciones y de las renuncias está ligado a un aumento general de las sucesiones, que se dispararon durante el pasado año debido al incremento de la mortalidad provocada por la pandemia de coronavirus. Aunque los picos de mortalidad se registraron en 2020, la tramitación de los legados se acumuló en 2021.
En Asturias destaca la alta cifra de renuncias. Las 2.261 registradas en 2021 son un 14% más de las contabilizadas el año anterior y la cifra más alta de la serie histórica.
El aumento de la mortandad, la existencia de deudas en los legados, los efectos que el covid ha generado en la economía y la presión fiscal existente son los factores causantes del aumento de la renuncia a herencias, según señalan los expertos del Instituto Europeo de Asesoría Fiscal. En la mayoría de los casos se renuncia a las herencias porque su aceptación conllevaría más deudas que beneficio. Por ejemplo, si un particular tiene un préstamo hipotecario concedido a 30 años y fallece dejando pendientes de pago 15 años sin dinero líquido en el activo de la herencia, los herederos tendrán que responder con su patrimonio personal al pago pendiente si aceptan la herencia. Además, hay que tener en cuenta que con el estallido de la burbuja inmobiliaria en 2008, muchos inmuebles han perdido valor.
También hay casos en los que se renuncia a heredar por la falta de liquidez para pagar el impuesto sobre sucesiones u otros tributos como la plusvalía municipal y esa falta de liquidez se ha agudizado con la última crisis.
La presión fiscal también es un factor determinante y los expertos destacan que en Asturias es elevada cuando el importe de la herencia supera ciertos niveles. Según un estudio del Registro de Asesores Fiscales del Consejo General de Economistas, Asturias es la región en la que más se paga de impuesto de sucesiones (103.135 euros) cuando un heredero de más de 30 años recibe de su padre bienes valorados en 800.000 euros de los que 200.000 corresponden a la vivienda del fallecido. En Asturias el 19% de las herencias se rechazan y en comunidades con mayores bonificaciones, como Madrid, la tasa no llega al 12%.
