Alsa sigue superando obstáculos para conseguir uno de los contratos más cuantiosos del mercado del transporte: operar el servicio de autobuses de Dubái. El proceso de licitación ya ha llegado a la última fase, en la que la compañía asturiana competirá solo con la francesa Transdev. En los últimos compases del proceso se quedaron por el camino las ofertas de la italiana Italiabus y la escocesa Stagecoach.

El contrato de Dubái está valorado en unos 1.000 millones de euros. Alsa concurrió el pasado año a un proceso de selección que, se espera, se falle este mismo verano. La empresa opta por vez primera a operar en Oriente Medio, donde su matriz, la británica National Express (NX) ya tiene presencia, pues opera un servicio de autobuses y autocares en Barhein desde 2015. Si la empresa asturiana resulta adjudicataria del concurso reforzaría aún más su internacionalización, que hoy está presente en seis países. Los asturianos Cosmen Menéndez-Castañedo son los máximos accionistas de la matriz de su buque insignia en Asturias.

El contrato que oferta Dubái tiene una peculiaridad que es también una fortaleza: la empresa seleccionada no deberá aportar una flota que se prevé será de un millar de autobuses. De los 1.000 millones no se irá un mordisco en la compra, mantenimiento y amortización de los lujosos vehículos que pretende llevar a las calles de la ciudad más poblada de Emiratos Árabes Unidos. Dubái ya cuenta con un servicio de autobuses, tren y otro de metro. Este último también cuenta con participación española, ya que Acciona forma parte de la empresa que lo diseñó y construyó junto con Alstom y Gülermak.

La flota aportada por Dubai y a la que opta Alsa estará alimentada por energía limpia. Emiratos Árabes Unidos está invirtiendo en la descarbonización de su flota y apostando por la incorporación de combustibles alternativos, al mismo tiempo que trabaja en proyectos de conducción autónoma.

La compañía asturiana está apostando fuerte por el hidrógeno. En los últimos meses ha firmado acuerdos con los proyectos de energía limpia Shyne (liderado por Repsol) y HyDeal (el consorcio de hidrógeno verde participado por las divisiones asturianas de Arcelor y Fertiberia). La empresa tiene otros proyectos conjuntos con otras compañías energéticas como Total Energies para levantar una hidrogenera junto a la estación de autobuses que gestiona en Oviedo y con EDP para servir a los vehículos urbanos de la empresa público-privada TUA en la central de Soto de Ribera. En total, Alsa participará en más de veinte hidrogeneras en el Principado con el objetivo de alimentar a su flota.

Alsa tiene uno de sus puntos fuertes para hacerse con el contrato de Dubái en su apuesta por las nuevas energías limpias –tanto el hidrógeno como los buses eléctricos–, pero también en su amplia experiencia en el transporte urbano. Nacida en el siglo XVIII como compañía de transportes de mercancías y pasajeros a través del puerto de Leitariegos, la empresa asturiana se ha ido introduciendo en diferentes mercados. La primera incursión en el extranjero para operar una flota de transporte urbano tuvo lugar en 1999, cuando se hizo cargo de la gestión del transporte de la ciudad de Marrakech (Marruecos). Posteriormente le seguiría el de Agadir y más recientemente, el de las ciudades de Tánger y Khouribga. La compañía consiguió en 2021 nuevos contratos en Casablanca, Rabat y la ampliación de la red en Tánger. El pasado mes de junio volvió a operar en Portugal, consiguiendo hacerse con los contratos de transporte urbano de Lisboa y Oporto. En España, Alsa también opera importantes contratos de servicios urbanos y metropolitanos, como los de las ciudades de Bilbao, Jaén, Torrejón de Ardoz (Madrid), Ferrol, La Coruña, Murcia, Guipúzcoa o Guadalajara, además del citado contrato de Oviedo con la empresa TUA.