ATA, la última organización de autónomos que faltaba para suscribir el nuevo sistema de cotizaciones, dio ayer el "sí" a la reforma. Un día antes las organizaciones vinculadas a los sindicatos, Upta y Uatae, ya habían mostrado su beneplácito al último texto remitido desde Seguridad Social, lo que permite al ministro José Luis Escrivá atar un consenso en el seno del diálogo social y sacar adelante una reforma que entrará en vigor a partir de 2023. Los autónomos pasarán a cotizar el próximo año según sus ingresos y las cuotas serán de entre 230 euros (la más baja) y 500 euros (la más alta). En 2024 la horquilla será de entre 225 y 530 euros, y definitivamente en 2025 de entre 200 y 590 euros.
Unos dos millones de autoempleados (unos 48.000 en Asturias) pagarán menos cuota de la que pagan actualmente con el nuevo esquema, mientras otro millón (unos 24.000 en el Principado), aquellos de mayores ingresos, verá aumentadas sus contribuciones obligatorias.
La junta directiva de ATA se reunió ayer de urgencia para votar afirmativamente el preacuerdo alcanzado de madrugada con la Seguridad Social. Queda solo pendiente la votación de la CEOE, que ha acabado posponiéndola a hoy en su comité ejecutivo, pero informalmente da por bueno el texto validado por ATA, su filial de autónomos, según afirmaron fuentes de la patronal. "Ha costado, ¡pero ahora sí!", señaló el presidente de ATA, Lorenzo Amor. Con el ‘sí’ de los patronos la reforma queda cerrada con acuerdo de todas las partes tras casi siete meses de negociaciones en las que las posiciones iniciales de la Seguridad Social (cuotas de entre 202 y 1.266 euros) se han ido rebajando.
