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El sector asturiano del metal agudiza su desaceleración por cuarto trimestre

La producción creció el 0,48% entre abril y junio por la contribución positiva de dos ramas de actividad | El empleo aumentó el 4,53%

Uno de los dos hornos altos de Arcelor en Gijón. | Juan Plaza

La actividad productiva de la industria metalúrgica asturiana se mantuvo en tasas positivas entre abril y junio, aunque con una aguda ralentización, con lo que encadena cuatro trimestres consecutivos de pérdida de pujanza, según avanzó ayer la patronal sectorial (Femetal) en su informe de coyuntura económica.

El sector metalúrgico, que es uno de los pilares fundamentales de la economía asturiana (representa un tercio de la producción industrial de la comunidad), creció en el segundo trimestre el 0,48% en tasa interanual frente al avance del 4,54% entre enero y marzo, lo que la patronal identifica como un "claro síntoma de desaceleración".

El año pasado la actividad del sector había crecido a doble dígito (21,35% de media), aunque en este caso la comparación se hacía con 2020, el año del covid y de los confinamientos. En todo caso, el sector también fue de menos a más en la segunda mitad del pasado ejercicio (pasó de crecer el 49,20% en el segundo trimestre a avanzar el 26,15% en el tercero y el 13,97% en el cuarto), y esta moderación progresiva ha seguido acentuándose en lo que va de 2022.

El crecimiento del 0,48% en el pasado trimestre fue posible además merced a la contribución positiva de dos actividades (fabricación de productos metálicos y producción de material y equipos eléctrico) mientras que el resto de las ramas de las que Femetal dispone de datos (metalurgia y productos de hierro, acero y ferroaleaciones; maquinaria y equipo no clasificado; vehículos de motor, remolques y semirremolques, y otro material de transporte) se contrajeron y tuvieron una contribución negativa.

Entre las causas que están contribuyendo a esta tendencia, Femetal apunta al coste y las distorsiones en el abastecimiento de las materias primas, los precios de la energía y el descenso de márgenes, que ya se habían manifestado en 2021, y a la elevada inflación general impulsada por la guerra de Ucrania desde el 24 de febrero. El sector también señala a los perjuicios causados en marzo por el paro patronal de camioneros, que fue muy intensa y más prolongada en Asturias, y que supuso –afirma Femetal– la reducción y parada de la producción en algunas empresas.

Exportaciones.

Aunque las exportaciones de la industria metalúrgica alcanzaron los 2.083,96 millones en el primer semestre (lo que supone el 66,05% del valor total de las ventas asturianas en el extranjero en ese periodo), y aun cuando este volumen de facturación en el exterior supuso un aumento interanual del 21,25%, la realidad es que los productos exportados se contrajeron el 12,10% respecto al mismo periodo del año anterior medido en tonelaje, con una merma de 140.000 toneladas.

El fuerte incremento de las ventas obedeció por ello a la inflación, con incrementos de dos dígitos en los precios industriales y con Asturias encaramada en los primeros puestos de la carestía, según el Instituto Nacional de Estadística.

No obstante, y aunque el alza de precios también afecta a las importaciones de productos y de insumos (materias primas y componentes), el saldo de la balanza comercial del sector es positivo, con un superávit de 1.492,9 millones en el primer semestre, equivalente al 71,6% del valor de las exportaciones.

El superávit de la industria metalúrgica contrasta con el déficit comercial del conjunto de la economía asturiana, que acumula en el mismo periodo un saldo negativo de 238,67 millones. Las cuatro actividades que lideran el "ranking" exportador de la región pertenecen al sector: productos básicos de hierro, acero y ferroaleaciones, producción de plomo, zinc y estaño, fabricación de estructuras metálicas y sus componentes, y construcción de barcos y estructuras flotantes.

Empleo.

Pese a la contundente ralentización de la actividad productiva, el sector aumentó el empleo el 4,53% (1.300 puestos) en el segundo trimestre, hasta situarse en los 30.000 trabajadores. Con ello prolonga la recuperación de la ocupación laboral iniciada un año antes (en el segundo trimestre de 2021) tras las sucesivas caídas interanuales que había protagonizado a lo largo de 2020 y primer trimestre de 2021. No obstante, también se constata una desaceleración en la creación de empleo: entre enero y marzo de este año había aumentado el 11,65%.

Femetal atribuye la creación neta de empleo en el sector a la rama de la fabricación de productos metálicos, uno de los dos subsectores que siguieron creciendo con fuerza en el pasado trimestre. Aunque también aminoró su progresión (en el primer trimestre había crecido el 29,67%), la fabricación de productos metálicos aún avanzó el 21,24% entre abril y junio. Se trata de la actividad más relevante del sector: concentra el 34% del empleo metalúrgico y el 64% de las empresas.

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