El déficit del conjunto de las administraciones públicas -salvo las corporaciones locales- se situó en el primer semestre en 29.643 millones de euros, un 45,4% menos que en el mismo periodo de 2021 y equivalente al 2,27% del PIB.

Esta corrección del déficit se produjo principalmente gracias a la buena marcha de los ingresos, que se dispararon un 12,7% impulsados por la recaudación, un repunte muy superior al crecimiento de los gastos, del 1,3%, según los datos de ejecución presupuestaria publicados este lunes por el Ministerio de Hacienda.

Por subsectores, como es habitual, la mayor parte del déficit se concentró en la administración central, 22.388 millones, un 43,3% menos y equivalente a un 1,71% del PIB.

En cambio, las comunidades autónomas aumentaron su déficit hasta los 8.168 millones, un 5,9% más y un 0,62% del PIB, debido al efecto contable de los anticipos recibidos en el ejercicio 2021. Si se elimina este impacto, el déficit autonómico se reduciría en un 11,8%.

La Seguridad Social cerró junio con un superávit de 913 millones, un 0,07 % del PIB, lejos de los 7.066 millones de déficit del pasado año, debido al menor impacto de la pandemia en las cuentas del subsector.

Se reduce un 59%

Hacienda también ha publicado los datos de ejecución del Estado hasta julio, un período en el que el déficit se situó en 21.737 millones, un 59% menos, lo que equivale al 1,66 % del PIB.

Esta evolución fue posible gracias a la buena marcha de los ingresos, que crecieron un 32,5%, hasta alcanzar los 148.415 millones, principalmente por el avance de la recaudación tributaria y por el efecto de la liquidación del sistema de financiación autonómica y local de 2020, que reportó al Estado 11.400 millones más que el pasado año.

La recaudación alcanzó los 115.336 millones, un 23,2% más, con avances en todas las grandes figuras: los ingresos por IRPF aumentaron un 44,9%, por IVA un 19,7 % -a pesar de la bajada del IVA de la electricidad- y por el impuesto de sociedades un 11,3%.

Por lo que respecta a los gastos, se situaron en 170.152 millones, un 3,1% más, con un fuerte repunte de gastos intermedios (28,1%), intereses de la deuda (17,1%) e inversiones (21,5%), así como, en menor medida, de remuneración de asalariados (2,2%)

En términos primarios -es decir, sin tener en cuenta el coste de la deuda-, el déficit se situó en el 1,66% del PIB.