La ingeniería asturiana Duro Felguera se desplomó ayer en Bolsa el 24,09%, hasta los 0,50 euros por acción, en una jornada aciaga en la que lideró los desplomes en el parqué y en la que se negoció el 1,62% de su capital.
La compañía consuma así su cuarta jornada consecutiva a la baja desde que hace una semana anunciara que va a acometer un despido colectivo que afectará a un número de empleados no precisado de cuatro de sus sociedades en Asturias que suman 607 trabajadores. Desde entonces, la acción ha perdido el 30,5% de su valor.
Los inversores parece que han apreciado en el anuncio del expediente de regulación de empleo (ERE) más un síntoma de debilidad del negocio de la multinacional asturiana que una perspectiva de ahorro de costes salarial, lo que debería mejorar la perspectiva de resultados, sobre todo cuando el ERE conllevará salida de dinero de caja para afrontar las empleados trabajadores que sean despedidos.
En el desplome de ayer ha podido influir a su vez alguna información periodística que planteó la posibilidad de que Duro Felguera pudiera reclamar al Gobierno un nuevo rescate público. Sin embargo, el fondo estatal que acudió al rescate de Duro con 120 millones el año pasado ya no está operativo y cualquier nuevo apoyo gubernamental sin ese mecanismo se enfrentaría al escrutinio de la Unión Europea por ayudas de Estado.
El Sindicato de Accionistas Minoritarios de Duro Felguera expresó ayer su "compromiso y confianza a largo plazo" en la empresa, así como en el volumen de contratación en el segundo semestre. A su juicio, el mercado podría estar descontando un mal resultado en los primeros seis meses del año.
