El Gobierno hace meses que emprendió un giro discursivo en plena caída de sus apoyos en las encuestas. El objetivo es visibilizar que gobierna para la gente, para “las clases medias trabajadoras” -es el mantra-, y defendiendo el interés general frente a los intereses particulares de los grandes poderes económicos.

Y a través de este marco discursivo se articula la defensa de la puesta en marcha de impuestos específicos para las grandes energéticas y los grandes bancos, y ahora también para las grandes fortunas. “He escuchado a algunos dirigentes, a la señora Botín, al señor Galán. En fin. Si protestan es que vamos en la buena dirección”, llegó a decir el presidente Pedro Sánchez a finales de julio como colofón del curso político.

En este contexto, y en el día en que el Ejecutivo desveló las claves de un nuevo paquete de reformas de impuestos para gravar más a las rentas altas y grandes empresas, el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha criticado el giro del Gobierno y ha alertado de sus consecuencias para la confianza de los inversores internacionales para apostar por el país.

El Gobierno “está castigando a las empresas, atacándonos”, ha sentenciado el jefe de la patronal en su intervención en el XXI Congreso de la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos (CEDE), que se celebra este jueves en Bilbao. “Los empresarios no somos el problema, somos la solución”.

"Error" de la política fiscal

Es un auténtico error lo que está haciendo el Gobierno", ha resumido Garamendi en declaraciones a la prensa sobre su nuevo paquete impositivo y "no ayuda a que alguien quiera venir a invertir, cuando se cambian las normas cada tres días". De hecho, en mitad de la competición de rebajas de impuestos en que se han embarcado varias comunidades autónomas, tanto gobernadas por PP como por el PSOE, la patronal mete presión al Gobierno y al resto de Administraciones para que se sumen a la carrera fiscal y lo hagan para reducir la carga impositiva de empresas y ciudadanos.

El presidente de CEOE ha subrayado que la guerra de rebajas fiscales entre autonomías y las medidas fiscales que prepara el Gobierno se enmarcan en el contexto preelectoral, a las puertas de un 2023 con elecciones autonómicas y también generales. “Estamos cada día con anuncios. Estamos en campaña electoral”, ha subrayado el jefe de la patronal, que también afronta su próxima reelección al frente de la CEOE el próximo noviembre.

Garamendi ha defendido las rebajas fiscales y las ha vinculado directamente con el impacto que pueden tener para combatir la economía sumergida. “Es necesario que aflore el dinero y que esté en el bolsillo de los ciudadanos”, ha apuntado en defensa de los recortes impositivos. “En España hay un 24% de economía sumergida, mientras que en Europa está en el entorno del 13 o el 14%. Son entre 70.000 y 80.000 millones de euros de economía sumergida. En España hacen falta más bases imponibles y menos tipos”.

El presidente de CEOE también ha afeado que las Administraciones se estén centrando en la recaudación fiscal y no en mejorar su propia eficiencia. “Todavía no he oído a ninguna Administración, ni el Estado, ni comunidades autónomas, ni ayuntamientos, hablar de por qué no son más eficientes en su gestión. En las empresas no sólo hablamos de facturación, hablamos de nuestra gestión. El Estado habla de recaudación, pero no se habla de eficiencia”, ha indicado Garamendi en un encuentro con la prensa. “Y no hablo de recortes para nada, no hablo de recortes en sanidad o en educación, sino de solapamientos entre Administraciones. De eso es de lo que hay que hablar”.

En paralelo, Garamendi ha criticado la pretensión del Gobierno de impulsar medidas de armonización fiscal para diluir el impacto de las rebajas fiscales de varias comunidades autónomas en el Impuesto de Patrimonio y ha denunciado la recentralización fiscal que implicaría. "Estamos en un Estado donde las autonomías tienen capacidad en una pequeña parte del plano fiscal. Es curioso que hablamos de una España diversa hasta que a un señor del Gobierno no le gusta que alguien con su capacidad pueda hacer y en ese momento dice no, ahora vamos a armonizar”, ha indicado. “Eso no es armonizar, es centralizar".