Hunosa gana la subasta renovables para transformar la térmica de La Pereda en central de biomasa

El proyecto es clave para reducir emisiones, dar viabilidad a la compañía estatal y generar empleo en la gestión forestal

La central térmica de La Pereda.

La central térmica de La Pereda. / Juan Plaza

Pablo Castaño

Pablo Castaño

Hunosa ha sido una de las empresas ganadoras de la tercera subasta de renovables convocada por el Ministerio para la Transición Ecológica. La compañía pública asturiana ha obtenido 50 megavatios (MW) de biomasa, lo que supone el impulso definitivo para el proyecto de transformación de la central térmica de carbón de La Pereda, en Mieres, que dejará de quemar mineral y estériles de escombrera y pasará a consumir residuos forestales autóctonos. Este proyecto de transición energética es, además, un seguro de supervivencia para la compañía estatal minera tras el cierre de las explotaciones de carbón. 

El Ministerio para la Transición Ecológica celebró ayer la tercera subasta de potencia renovable, que da acceso a una retribución económica a largo plazo –con una baja exposición al mercado– para la energía que se genere en las plantas que resulten adjudicatarias . En esta ocasión se subastaban 520 MW de termosolar, biomasa y fotovoltaica distribuida. Para la biomasa había un cupo de 140 MW y han resultado ganadoras las compañías Acciona, Reolum y Hunosa con unos precios que rondan los 100 euros el megavatio hora fruto de la puja. Acciona desarrollará su planta de biomasa en Extremadura, Reolum en León y Hunosa en Asturias.

Fuentes de Hunosa confirmaron que la compañía estatal obtuvo 50 MW en la subasta de renovables para su proyecto de transformación de La Pereda. Además, señalaron que el régimen retributivo obtenido avala la continuidad de La Pereda durante al menos 20 años y garantiza el mantenimiento del empleo de la propia instalación, generando además nuevos puestos de trabajo al impulsar la actividad que supondrá el desarrollo del sector de la biomasa forestal. "Permitirá, también, acometer nuevos proyectos de captura de CO2 y de redes de calor en torno a esta instalación", señalaron fuentes de Hunosa.

El plan de transformación de La Pereda responde al compromiso de HUNOSA con una transición justa hacia una economía descarbonizada y fue aprobado en diciembre de 2020 por su Consejo de Administración con un triple objetivo: asegurar la rentabilidad de la central y de HUNOSA, contribuir a la descarbonización de la economía y economía circular, y favorecer la vertebración de las comarcas afectadas por el cierre de la minería mediante el mantenimiento y la creación de empleo. Desde entonces, el proyecto ha superado todos los trámites medioambientales. El pasado mes de mayo, la Comisión de Asuntos Medioambientales (Cama) emitió el preceptivo informe favorable de impacto ambiental y la Consejería de Administración Autonómica, Medio Ambiente y Cambio Climático, con resolución del 21 de junio de 2022, formuló la declaración de impacto ambiental que determina “la viabilidad, a los efectos ambientales, de la realización del Proyecto de Transformación de la Central Térmica de La Pereda”.

El plan de Hunosa incide en la transición justa a una economía descarbonizada, favoreciendo la vertebración de las comarcas afectadas por el cierre de la minería mediante el mantenimiento y la creación de empleo. El impacto socioeconómico del proyecto de la nueva Pereda permitirá mantener los puestos de trabajo actuales y la creación de, al menos, unos 200 nuevos empleos por empresas dedicadas a la gestión forestal y tratamiento de la biomasa.

La Pereda es una central termoeléctrica de lecho fluido circulante, con una potencia de 50 MW. Se puso en explotación en 1994, dentro de la política de diversificación y puesta en valor de los conocimientos y recursos naturales de Hunosa. 

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