La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha defendido los Presupuestos del Estado de las críticas de "falta de realismo" en los ingresos, el gasto y el déficit que organismos como la Autoridad Fiscal (Airef) han expresado sobre el proyecto de ley del Gobierno para 2023. Frente a estas acusaciones de "falta de realismo", que la oposición hace suyas, la ministra ha defendido la "prudencia" en los ingresos públicos de unas Cuentas que, según ha dicho, permitirán "contar con un margen de actuación en el caso de que la situación internacional así lo aconseje".

Durante su intervención ante el pleno del Congreso de los Diputados -donde este miércoles ha dado comienzo el debate de las siete enmiendas a la totalidad del proyecto de ley presentadas por PP, Vox, Ciudadanos, Junts, la CUP, exdiputados de UPN y Foro Asturias - la ministra ha reconocido que "esperan meses difíciles" por delante a causa del "enfriamiento de la economía", pero ha defendido la vigencia del cuadro macroeconómico sobre el que se han construido las Cuentas públicas, a pesar de las correcciones a la baja del crecimiento formuladas por el Banco de España, el FMI, o la Fundación de las Cajas de Ahorro (Funcas) o la propia Autoridad Fiscal, que anticipan que la economía española podría estar entrando ya en una situación de "recesión técnica" a partir del último trimestre de 2022.

El origen de la controversia

El Gobierno prevé que la economía crecerá este año el 4,4% y que el próximo avanzará el 2,1%, según su propio cuadro macroeconómico y Montero ha querido subrayar en la tribuna del Congreso que este fue "avalado por la Airef". Lo cierto, es que lo que ha avalado la Autoridad Fiscal no es la previsión de crecimiento real de la economía que hace el Gobierno (2,1% para 2023), sino la previsión de crecimiento nominal (que se eleva al 6%, después de sumar el efecto de la inflación), que es la variable que se tiene en cuenta a la hora de estimar cuánto podrán crecer los ingresos tributarios el año próximo. La Airef prevé para 2023 un crecimiento real de la economía inferior a lo estimado por el Gobierno (1,5%, frente al 2,1% oficial) pero la estimación de crecimiento nominal es casi idéntica (5,9%, frente al 6%), pues considera que la inflación será más alta que lo que se desprende de las previsiones oficiales.

En esto consiste el aval que la Airef prestó al cuadro macroeconómico del Gobierno, según aclaró la propia presidenta del organismo, Cristina Herrero, este martes. Herrero añadió que su previsión de crecimiento del PIB para el año próximo (1,5%) y del empleo (0,3%) es compatible con dos trimestres de caída de la producción en el último trimestre de 2022 y primero de 2023 (recesión técnica) y con el hecho de que la economía española seguirá creciendo por encima de la media de la zona euro el año próximo.

En esta circunstancia se ha querido detener la ministra Montero en la tribuna del Congreso para subrayar que "España seguirá creciendo a pesar del difícil contexto internacional" y la "capacidad de resiliencia" de la economía española, que ha logrado cambiar su "patrón de crecimiento" a favor de un modelo que está permitiendo una intensa creación de empleo. "Estamos en un mínimo histórico en parados menores de 25 años", ha dicho la ministra, antes de avanzar que la cifra de empleos superará los 21 millones de ocupados en 2023 y que la tasa de paro se situará por debajo del 12%, "una cifra que no ocurría desde hace 15 años". Frente a estas perspectivas, Montero ha acusado a la oposición de participar de la "doctrina del shock" que trae peores augurios para la economía española.

"Falta de realismo"

Más que con el cuadro macroeconómico, las críticas de "falta de realismo" de la Airef tienen que ver sobre todo con el hecho reconocido por el Gobierno ante la Comisión Europea y que consiste en que los ingresos se han presupuestado de forma deliberada a la baja para poder adoptar después unas medidas anticrisis que el Ejecutivo aún se niega a cuantificar en el proyecto de ley sometido a debate en el Parlamento.

La ministra de Hacienda volvió a reconocer este miércoles que "las cuentas de 2023 no contienen el grueso de las medidas" anticrisis que el Gobierno aplicará en 2023 y explicó que en el mes de noviembre se concretará cuáles de las adoptadas en la actualidad (rebaja del IVA energético, bonos sociales...) se prorrogarán al año próximo, atendiendo al criterio de que "vayan focalizadas a los colectivos más vulnerables". Este criterio, precisamente, es el que puede acabar cuestionando la prórroga de la actual bonificación general de 20 céntimos por litro de carburante.

"Hachazo fiscal"

Durante la defensa del proyecto de Presupuestos para 2023, la ministra de Hacienda subrayó "la justicia social y la eficiencia económica" como los dos principios inspiradores de estas Cuentas.

En este contexto, ensalzó el peso del gasto social en el gasto presupuestado y defendiólas medidas fiscales para el año próximo, que contienen, por un lado, subida tributarias para las rentas de capital más elevadas, para los grupos de sociedades, para las energéticas de mayor tamaño, para las entidades financieras mayores y para patrimonios a partir de 3 millones en comunidades donde no existe el impuesto sobre el patrimonio. Por otro lado, el plan fiscal del Gobierno incluye una rebaja fiscal para salarios hasta 21.000 euros, para autónomos y para pymes que facturen a partir de un millón, así como la rebaja del 10% al 4% el IVA de los productos de higiene femenina. "¿Dónde está el hachazo fiscal a las clases medias y trabajadoras", preguntó Montero a la oposición desde la tribuna del Congreso.

Por el lado del gasto, la ministra defendió la subida de las pensiones en 2023 de acuerdo a la inflación (en torno al 8,5%) y acusó de "mezquinos" a quienes se muestran en contra de esta decisión. "Intentar enfrentar a jóvenes y mayores no es serio, es simplemente mezquino", afirmó.