Después de enterrar definitivamente el MidCat y a las puertas del invierno, España amplía su capacidad de enviar gas a Europa. A partir de este martes, las empresas gasistas podrán contratar más capacidad para enviar gas a Francia, tras ampliar el volumen de uno de los dos gasoductos de 2.000 a 3.500 millones de metros cúbicos, además también a partir de este mes se incrementará la capacidad de envío a Italia, a través del gasoducto virtual que une el país transalpino con Barcelona para alcanzar los 2.400 millones de metros cúbicos al año.

Estas son las dos principales medidas con las que España ha planeado contribuir, en la medida de lo posible, a garantizar la seguridad de suministro del resto de Europa de cara a este invierno, según se recoge en el plan de contingencia. “A más largo plazo”, este documento incluye también la creación de un corredor ibérico del hidrógeno que “podría duplicar la capacidad actual de exportación de gas natural a Francia”. Se trataba de lo que se conoce popularmente como MidCat, que finalmente Francia y España han dejado atrás a favor de un ‘hidroducto’ para transportar hidrógeno verde y que, según la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, tardaría en construirse unos cuatro o cinco años, lo que lleva a su entrada en operación hacia el final de la década.

Por tanto, para este invierno la capacidad de uno de los dos gasoductos que unen España y Francia aumentará de 2.000 a 3.500 millones de metros cúbicos. Esto supone un incremento del 18% de la capacidad de flujo a través de las dos interconexiones existentes, Irún y Larrau, que suman un total máximo de alrededor de 8.500 millones de metros cúbicos. Esto no significa que aumente hasta ese máximo el intercambio de gas entre ambos países, sino que la capacidad disponible para la contratación del gasoducto que une la localidad vasca de Irún con la francesa Lussagnet pasará de 60 gigavatios-hora a 100 gigavatios-hora al día.

En septiembre, el último mes con datos, las exportaciones a través de la interconexión pirenaica fueron de 1.032 gigavatios-hora, un 25% menos que hace un año, lejos de la capacidad máxima de 6.750, que se rozó en el mes de mayo, por ejemplo. Esto ocurre ahora porque los almacenes de la Unión Europea están llenos y las necesidades de gas se han reducido, pero se prevé que se vuelvan a reactivar en cuanto comience la temporada de invierno, según el gas almacenado se vaya gastando con las calefacciones.

Por otra parte, España también se ha comprometido a ampliar el gasoducto virtual hacia Italia para poner a disposición del país transalpino una capacidad exportadora de gas natural de 2.400 millones de metros cúbicos al año, lo que equivale al 3% del consumo italiano, según se indica en el plan de contingencia español.

En este caso no se trata de un tubo sino de intercambiar gas natural licuado (GNL) a través de barcos. Se trata de traer en grandes barcos GNL a Barcelona, aprovechar la enorme capacidad de sus tanques y, dado que Italia no tiene capacidad para el amarre de grandes buques, enviarlo, después, hacia puertos italianos en barcos más pequeños. Así, el Gobierno español ha desarrollado obras en el puerto de Barcelona para facilitar la descarga de barco de gas natural licuado (GNL) de entre 2.000 y 80.000 metros cúbicos, según datos de Enagás. Para hacerse una idea del tamaño de los metaneros, los más grandes que existen actualmente en el mercado tienen una capacidad de 266.000 metros cúbicos.

Precisamente, en agosto las exportaciones de gas a Italia se dispararon hasta los 2.549 gigavatios-hora, alcanzando máximos históricos. El incremento llevó al país a ser el principal comprador gasista del mercado español, con el 36,4% del total. De hecho, solo en agosto se ha concentrado el 60% de la exportación total a Italia en lo que va de año.