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Entrevista

Ana Bujaldón: "La igualdad actual es fruto del postureo y el marketing"

La presidenta de la Federación Española de Mujeres Directivas asegura que los datos reflejan un retroceso en la equiparación laboral entre hombres y mujeres

La presidenta de Fedepe, Ana Bujaldón. JUAN CASTRO

La presidenta de la Federación Española de Mujeres Directivas, Ejecutivas, Profesionales y Empresarias (Fedepe), Ana Bujaldón, valora la situación actual de la mujer en el ámbito laboral con motivo de la III Cumbre de Fedepe celebrada el 25 de noviembre en la capital grancanaria con la organización Charter 100 como anfitriona. Bujaldón asegura que existe una "igualdad en apariencia" que no se asemeja a la realidad.



-¿Cuál es el objetivo de la III Cumbre de Fedepe celebrada en la capital grancanaria?

-Es el tercer congreso que celebramos y el primero en Las Palmas de Gran Canaria. Hemos venido a trabajar para impulsar y visibilizar el talento femenino con Charter 100 como anfitriona. Es necesario romper las barreras y el techo de cristal que más bien parece de hormigón armado.

-¿La situación de la mujer en el ámbito laboral ha mejorado? 

-En este momento hay datos que dicen que estamos retrocediendo y nos sitúan a más de 130 años para conseguir la igualdad de género. En toda Europa solo hay un 7% de mujeres CEO al frente de empresas, en el Ibex solo hay tres compañías con liderazgo femenino, los datos de brecha salarial no se reducen, en el caso de las autónomas llega a ser de un 40%. Hemos avanzado pero hay una percepción de que estamos muy cerca de lograr la igualdad y los datos no dicen lo mismo. España es campeona de Europa en desempleo femenino y en Canarias llega al 20% el número de desempleadas. 

-¿Por qué existe esa falsa confianza?

-En la actualidad estamos asistiendo a un quality washing, es decir, es una igualdad en apariencia pero que es más fruto del postureo y del marketing. Sobre todo están fallando las políticas de igualdad en el acceso de la mujer en los puestos directivos y por eso también vamos a iniciar acciones. Hace poco se aprobó en el Parlamento Europeo la ley que obligará a las grandes empresas a que tengan al menos un 40% de mujeres en los puestos directivos. Si no se toman medidas de este tipo la realidad no cambia, las mujeres seguimos estando más preparadas, tenemos mejores expedientes, estamos formadas pero llega un momento en el que no avanzamos en la profesión. 

-Se acercan las elecciones, ¿tienen previsto reunirse con los partidos políticos para promover acciones?

-Pensamos reunirnos con todos los partidos antes de que presenten los programas electorales del próximo año. Nos gustaría que alguna de estas conclusiones y medidas que proponemos puedan estar dentro de sus propuestas para acelerar cambios. Las medidas irán dirigidas a la corresponsabilidad, al techo de cristal y las nuevas tecnologías. 

Hay partidos que no contemplan que exista desigualdad en el ámbito laboral entre hombres y mujeres como es el caso de Vox...

Nosotros nos reuniremos con todos los partidos que tienen representación política y esperamos ser escuchadas. Aunque no haya interés al menos lo vamos a intentar porque Fedepe representa a 26.000 mujeres muy plurales, no es una organización política por lo que tenemos todas las sensibilidades e ideologías pero nos une un objetivo común que es poder impulsar nuestra carrera profesional y poder elegir y generar esas oportunidades. Negar la realidad es una forma de estar en el mundo pero hay que evolucionar. 

-¿Por qué existe aún diferencia entre géneros en los puestos de dirección? 

-No hay una única razón y tampoco existe una sola solución. Sigue estando la barrera de la maternidad y eso nos frena porque las compañías cuestionan el compromiso de la mujer con el proyecto empresarial cuando precisamente somos perfectas para explicar qué es un compromiso porque lo adquirimos con los hijos y es para toda la vida. Y esto, a su vez, está limitando a las mujeres a la hora de ser madres al no tener los recursos económicos adecuados y una carrera profesional que no evoluciona según sus méritos muchas terminan frenando la maternidad. Esta situación genera frustración entre muchas mujeres que están congelando óvulos porque no ven cuándo es el momento. Necesitamos un gran pacto de estado, un acuerdo de todos los partidos políticos para impulsar la maternidad y el liderazgo femenino. Las mujeres necesitamos oportunidades porque valemos, tenemos fuerza, somos resilientes y el mundo necesita el talento femenino para crecer y sobre todo en este mundo que vive una transformación tecnológica muy rápida y es necesario que nuestra visión, capacidad, talento, experiencia y sensibilidad estén presentes. 

-¿Y en el caso del emprendimiento? 

-Cuando las mujeres no encuentran empleo y se ven estancadas deciden emprender, en este momento la tasa de emprendimiento femenino se encuentra en un 33%, es una buena cifra pero siguen existiendo los mismos frenos. Para crecer esas empresas necesitan oportunidades para acceder a proyectos más grandes y tenemos muchas barreras y a pesar de todo cierran menos empresas de mujeres, viven más porque nos comprometemos con el proyecto. Es cierto que hay que aclarar que en términos absolutos las mujeres emprendemos menos que los hombres. Sobre todo falta emprendimiento femenino en start-ups en el ámbito tecnológico y nos gustaría potenciarlo. Cerrar la brecha de género en las profesiones digitales aportaría al Producto Interior Bruto (PIB) español 71.700 millones de euros. 

-La poca presencia de la mujer en los sectores digitalizados parte de las universidades...

-No sabemos por qué las tasas de matriculación en las carreras tecnológicas están en menos del 25%, son datos que son similares a los años 90. Se están haciendo esfuerzos para potenciar las vocaciones por estas ramas porque desde jovencitas se aprecia que tienen interés, curiosidad y que les gusta pero a la hora de elegir no se decantan por falta de confianza y referentes.

-A la digitalización le falta talento femenino...

-No podemos aceptar que la mujer se vuelva a quedar atrás en la cuarta revolución industrial que estamos viviendo. Tenemos la oportunidad de comenzar todos desde la línea de salida. Nosotras ya hemos corrido una media maratón antes de comenzar a correr porque tenemos que trabajar en los cuidados. Hay un estudio que indica que en el metaverso el liderazgo de las mujeres también está frenado por un techo de cristal. Me llamó la atención porque cómo no vamos a pedir acciones y medidas para trabajar en la igualdad si además vemos que el mundo avanza y cuando vemos el futuro ni siquiera estamos ahí, no puede ser. Pensamos que vamos mejorando con el tiempo pero no es así.

-¿El teletrabajo impuesto por la pandemia ha perjudicado a las trabajadoras?

-Hemos registrado en nuestro II Barómetro que a un 55% de las encuestadas les perjudica en la promoción, aseguran que concilian mejor porque es un modelo flexible pero se encuentran con que no son visibles. Hemos conseguido conciliar pero como no hemos resuelto el techo de cristal lo que hace esta modalidad de trabajo es acentuarlo. Las mujeres conciliamos para tener la misma carga de trabajo que teníamos antes cuidando a los hijos y con las tareas domésticas. En los últimos diez años solo ha subido siete minutos el tiempo que los hombres dedican a las tareas del hogar respecto a sus compañeras. Esta sobrecarga tiene un coste alto porque influye en nuestro desarrollo profesional y salud. 

-Según el Barómetro realizado por su Federación las mujeres sufren más de problemas relacionados con el estado de ánimo...

-Puede parecer una contradicción pero comprobamos que las mujeres son fuertes y resilientes pero si al trabajo le incorporas hijos o padres mayores termina pasando factura y deberíamos equilibrarlo. Puede que estemos conciliando un poco mejor gracias a estos sistemas más flexibles después de la pandemia pero en corresponsabilidad no estamos avanzando y eso es un freno. Necesitamos una gran alianza por la igualdad. 

-Las pensiones también son un punto de desigualdad...

-Es un análisis complejo porque tiene que ver con las cotizaciones. Tres de cada cuatro empleados a tiempo parcial son mujeres por lo que su cotización será más baja. Si eso lo sumas a que los sectores feminizados también tienen una remuneración menor también influye en la pensión. Hay un millón de mujeres en España que tienen una pensión menor a 500 euros.

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