Los primeros premios de la federación empresarial de la región

FADE logra que la tecnología y la tradición agroalimentaria asturiana se den la mano

Seresco, que mañana debuta en Bolsa, y el fundador de Reny Picot reciben los galardones de la patronal asturiana en una vistosa gala

Manuel Busto, director general de la compañía tecnológica asturiana Seresco, que mañana se estrenará en Bolsa con su admisión a cotización en el mercado BME Growth, exhortó ayer a un esfuerzo de región para que Asturias logre ser la sede de la Agencia Estatal de Supervisión de la Inteligencia Artificial, y Francisco Rodríguez, fundador y presidente del comité superior consultivo de Industrias Lácteas Asturianas (Ilas-Reny Picot), abogó por estrechar las necesarias relaciones de administradores y administrados, incluidos los sectores productivos, para que las Administraciones públicas tengan "un conocimiento mejor de los problemas reales". Seresco y Francisco Rodríguez recibieron ayer en Oviedo los premios a la empresa y a la trayectoria empresarial que por vez primera concede la patronal asturiana FADE.

Busto sostuvo que el logro de la sede de la Agencia de Inteligencia Artificial permitiría el "crecimiento exponencial" del sector de las nuevas tecnologías (TIC) en la región y ayudaría a corregir el "mal dato" de la baja inversión asturiana en I+D+i, y enfatizó el gran potencial en Asturias de las TIC, con 1.000 empresas en la región, 800 empleos y 1.000 millones de facturación.

Rodríguez, que compartió su galardón con su amigo el empresario riosellano Emilio Serrano, de Destilería Los Serranos, postuló la recuperación del Fondo de Ordenación y Regulación de Producciones y Precios Agrarios (FORPA), el organismo que actuaba como foro de entendimiento entre el sector primario y la Administración. "Permitiría que las decisiones vayan acordadas al Consejo de Ministros", explicó.

En una gala conducida por la periodista Mamen Mendizábal, y que reunió a una amplia representación empresarial, política y social, María Calvo, presidenta de FADE, defendió una Asturias que, además de "paraíso natural", sea un "paraíso para la inversión" y un territorio "amigable para las empresas", que contribuyen a la región, dijo, con 237.000 empleos, 5.600 millones en salarios, 1.200 millones en impuestos y otros 2.000 millones en cotizaciones sociales, todo lo cual, señaló, permite mantener el Estado de bienestar.

Calvo planteó la necesidad de "favorecer las vocaciones empresariales" y, frente al envejecimiento ("la edad media en Asturias es de 49 años y un tercio de la población tiene más de 60"), sostuvo que "los jóvenes solo se quedarán en la región si hay empresas y actividad económica".

La presidenta de los empresarios lamentó la "falta de mano de obra suficientemente formada pese a la tasa de empleo juvenil existente" y desvinculó el desajuste entre la oferta y la demanda de empleo a que existe un problema de insuficiente nivel salarial: "Somos la quinta región con el salario medio más elevado", argumentó.

Hay que mejorar la formación y la orientación" y lograr que "los sistemas de protección, que son imprescindibles, no desincentiven el empleo", señaló la dirigente empresarial, que se felicitó de que el Gobierno asturiano haya "declarado la guerra a la burocracia", reclamó más esfuerzo inversor en el Noroeste y mejorar la conectividad ("Aunque el AVE será un gran avance, no será suficiente"), y pidió una fiscalidad que no perjudique a la empresa y que sea más atractiva.

"No es verdad que no queramos pagar impuestos, pero deben ampliarse las bases imponibles en vez de subir los tipos impositivos", precisó.

Javier Sáenz de Jubera, presidente de Total Energies España, pronosticó un abaratamiento de la energía en la segunda mitad de 2023 y emplazó a empresas y comunidades de vecinos a favorecerlo con medidas de eficiencia y de autoconsumo, así como a acelerar la implantación de las fuentes renovables de energía.

El vicepresidente del Gobierno asturiano, Juan Cofiño, esbozó los planes en marcha por el Principado para la "simplificación administrativa", una reforma demandada por las empresas y demás administrados para reducir burocracia y que está pendiente en España, señaló, "desde hace cuarenta años e incluso desde mucho antes" y cuya ejecución "exige", sostuvo, "grandes consensos". El proyecto de ley que ya se está tramitando en la Junta General busca, dijo, "ordenar mejor los recursos humanos, mejorar la formación y conocimientos necesarios, lograr mayor flexibilidad y empezar a retribuir en función del rendimiento y de la productividad" en la función pública. También habrá que "revisar las más importantes leyes para simplificar y aligerar los procedimientos administrativos". Los fondos europeos están fluyendo (Asturias ya recibió 440 millones) y "poco a poco irá llegando el resto". Su tardanza, explicó, obedece a su largo trámite de aprobación europea y a la novedad de sus protocolos e instrumentos que ha habido que crear, caso de los PERTE.

Alfredo Canteli, alcalde de Oviedo, confió en que "en dos años la Fábrica de la Vega esté lleno de empresas y actividad" y agradeció la colaboración del Principado y del Ministerio para hacer posible el proyecto.

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