La baja innovación y el entorno económico lastran la competitividad de Asturias

Infraestructuras y capital humano, mayores fortalezas de la región, según los economistas | El Principado sigue en la décima posición pero mejora

Autovía A-66 a su paso por Mieres.

Autovía A-66 a su paso por Mieres. / David Montañés

La baja innovación y el entorno económico (que agrupa factores tales como el dinamismo y el tamaño de mercado, empleo, PIB por habitante, tasa de actividad y otros) son el gran lastre de la competitividad asturiana, considerada en un sentido amplio, mientras que las infraestructuras y el capital humano constituyen sus principales fortalezas, según la última edición del informe de la competitividad regional en nuestro país, presentado ayer por el Consejo General de Economistas de España.

El diagnóstico mantiene a Asturias como la décima región por su competitividad, al igual que los últimos ejercicios, y por lo tanto por debajo de la octava posición que ocupó en 2017. Y sitúa al Principado como la última de las comunidades del Cantábrico. Sin embargo, y como aspectos favorables, Asturias es una de las 11 regiones españolas que en 2021 lograron recuperar su nivel de competitividad de 2019, previo a la pandemia de 2020. Hay seis comunidades que no lo lograron. Y también experimentó un crecimiento moderado en todos los parámetros o ejes analizados y leve en otro, mientras que sólo empeoró en innovación, lo que sigue agravando esta deficiencia.

A su vez, el Principado integra el pelotón de las seis regiones que mantienen un crecimiento medio-bajo, inmediatamente por detrás de las punteras (Madrid, Navarra, País Vasco y Cataluña), aunque Asturias es la región colista de ese grupo intermedio, con una nota de 7,67 puntos, casi la mitad que Madrid (la puntera) y 2,5 puntos por delante de Extremadura, que es la colista, aunque en 2021 arrojó la mayor recuperación.

Asturias es la cuarta región española por infraestructuras básicas. Se trata un año más de su mejor posición en el conjunto de los parámetros analizados, lo que discrepa de la percepción convencional de los asturianos. En capital humano, Asturias ocupa también una relevante quinta posición. Baja al séptimo lugar en eficiencia empresarial y desciende al undécimo y duodécimo en mercado de trabajo y entorno institucional, respectivamente. En todos ellos progresa moderadamente y ocupa un rango medio-alto, salvo en eficiencia empresarial, donde pese a ocupar una posición discreta (la séptima), ofrece un perfil medio-bajo.

El peor comportamiento se produce en el entorno económico –en el que sólo supera a cuatro regiones, tiene una clasificación baja y además empeoró en 2021– y, aún lo es más negativo en innovación, donde ocupa el décimo cuarto lugar, pese a que tuvo un crecimiento leve por la mejora del esfuerzo privado en el último ejercicio completo.

El estudio concluye a su vez que Asturias es una de las regiones con mayor desigualdad (está en el 96,8% de la media española, pero supera en 20,7 puntos el promedio de la UE) y arroja una digitalización media. En este concepto es la sexta comunidad más alejada de la media española: está el 10% por debajo del promedio.

La mayor competitividad se concentra en Madrid y en el cuadrante nordeste, y es mayor en el norte que en el sur.

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