Estos son los cuatro centros tecnológicos que impulsarán los fondos verdes en Asturias (dos estarán en pozos mineros)

El Fondo de Transición Justa (FTJ), programa con el que la Unión Europea ayudará a transformar la economía de las regiones más afectadas por la descarbonización, destinará 37,7 millones de euros a impulsar proyectos de investigación, desarrollo e innovación (I+D+i), y de transformación tecnológica y digital en Asturias. El Principado plantea invertir todo el dinero, o buena parte, en cuatro iniciativas. Se trata de un polo de innovación sobre inteligencia artificial en la "Milla de Conocimiento" de Gijón, junto a la Laboral; el acondicionamiento de la Fundación Manuel Suárez, en Navia, para un centro de investigación industrial del Occidente asturiano; y la rehabilitación de dos antiguas y emblemáticas explotaciones mineras de Hunosa: el Pozo Carrio (Laviana), que acogerá un polo de innovación agroalimentaria, y el Pozo Santiago (Aller), cuyas instalaciones darán cabina a un centro especializado en almacenamiento de datos y ciberseguridad. Asimismo, el Fondo prevé otras "actuaciones vinculadas a centros de innovación en pozos mineros".

El Gobierno asturiano ya había hecho anuncios sobre estos proyectos, pero hasta ahora no había concretado el instrumento económico para hacerlos realidad. El pasado miércoles, el consejero de Industria, Enrique Fernández, y la directora general de Energía, Belarmina Díaz, expusieron a los agentes sociales las líneas maestras del FTJ, también conocido como fondo verde, que dedicará cerca de 215 millones de euros (el 82% de los 262,8 millones totales) a impulsar iniciativas de unas 1.500 empresas asturianas o con actividad en Asturias, durante cinco años. Dichos proyectos, calcula el Principado, apalancarán inversiones por un valor de 650 millones y crearán al menos 2.400 puestos de trabajo.

Los ejes del plan

Las ayudas se articulan en torno a varios ejes (como descarbonización industrial, economía circular, autoconsumo...) y uno de ellos es la I+D+i y la transformación tecnológica y digital. Este es el apartado que incluye los cuatro proyectos mencionados y que Fernández y Díaz expusieron a los representantes sociales convocados a la reunión.

Fuentes de la Consejería de Industria señalaron, no obstante, que "no son proyectos ya definidos, sino manifestaciones de interés". Se conoce así a las propuestas empresariales que aspiran a obtener fondos europeos. Dichos proyectos deben ser estudiados por las Administraciones (en este caso, por el Principado), ya que las ayudas del FTJ se adjudicarán mediante el procedimiento de concurrencia competitiva, en el que se conceden las partidas en función de criterios como el tamaño de la empresa, la cantidad de empleo creado o la ubicación geográfica. Hasta la fecha, y tal como señalaron los dirigentes autonómicos en el encuentro del miércoles, Asturias ha registrado 125 manifestaciones de interés que suponen una inversión potencial conjunta de más de 12.000 millones de euros. Con todo, de todos esos proyectos, el consejero y la directora de Energía sí mencionaron los de Gijón, Navia y los pozos de Santiago y Carrio.

El plan de la mina allerana, por ejemplo, contempla una instalación singular que ofrezca soluciones tecnológicas, garantice la ciberseguridad y posibilite trabajar con inteligencia artificial, "big data" o el internet de las cosas (IoT) a los servicios públicos asturianos. En una visita realizada en junio, las autoridades aseguraron que las minas tienen una capacidad hidrológica y energética que las harían óptimas para la supercomputación.

El Pozo Carrio se enfocará a la innovación del sector agroalimentario, y de hecho ya es el protagonista de AgroCarrio, un foro donde ya han participado medio centenar de empresas y organismos. "Confío en que AgroCarrio se convierta en un polo de desarrollo de la industria agroalimentaria, en un ejemplo de aplicación de las energías renovables y en un vector de dinamización económica de Laviana", aseguró el presidente asturiano, Adrián Barbón, en un acto celebrado el pasado mes de mayo.

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