"Casas Tetris", el futuro que se construye en Carreño

En una época en que está tan de moda la economía circular y la reutilización de productos de todo tipo, es posible que hasta los contenedores que utilizan los barcos para transportar mercancías encuentren un nuevo uso: la construcción de viviendas. Se trata de aprovechar las estructuras de almacenamiento marítimo como módulos que, combinados a la manera de las piezas del mítico videojuego "Tetris", formen un edificio a la medida del inquilino o propietario.

Esto es a lo que se dedica desde hace dos años la empresa Obras & Proyectos, ubicada en el polígono de Pervera, en Carreño. Dentro de la nave, los operarios trabajan los esqueletos de hierro y acero de los contenedores para dar forma a la nueva construcción, como si fueran una mezcla de albañiles y escultores.

Las "casas Tetris" o casas-contenedores conforman una tendencia que cobra fuerza en el sector constructor: viviendas prefabricadas unifamiliares que se elaboran con bastante rapidez para los estándares habituales en la edificación residencial. En los portales inmobiliarios más populares es cada vez más frecuente encontrarse con anuncios de este tipo de construcciones, y su demanda aumentó especialmente tras la pandemia.

En el verano de 2021, Obras & Proyectos inauguró su primera casa de este tipo en el barrio gijonés de Nuevo Roces. La compañía cuenta con viviendas ya habitadas en otras zonas de Asturias, y hasta con un gimnasio-contenedor en Arroes (Villaviciosa). Ahora la empresa tiene una cartera de pedidos de 12 construcciones destinadas principalmente a vivienda, pero también al sector hostelero.

"Nuestro sistema ha evolucionado en estos años, haciendo las viviendas cada vez más eficientes", explica Paulino Álvarez, director ejecutivo de la empresa, que asegura que las casas-contenedor "son sin duda el futuro de la construcción y la gran oportunidad para las nuevas generaciones de albañiles".

La vivienda media, con un tamaño de unos 100 metros cuadrados, tarda unos tres meses en construirse. Después se traslada a la parcela elegida, donde se montan la fachada y la cubierta. El precio ronda los 150.000 euros.

La mayoría de empresas se sirven de dos tipos de contenedores: los marítimos y los de construcción, elaborados por ellas mismas. Los marítimos tienen unas proporciones fijas (6 o 12 metros de largo y 2,44 de ancho), por lo que, si el cliente demanda otro tamaño y estructura, la otra opción permite una mayor flexibilidad.

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