Arcelor reactiva hoy el horno A de Gijón al 70% de su capacidad

La instalación, parada durante cuatro meses, empezará a producir arrabio la semana que viene ante la mejora del mercado

Y. González

ArcelorMittal prevé poner hoy de nuevo en marcha el horno alto A de la fábrica de Veriña (Gijón), cuatro meses después de haberlo apagado por la desaceleración del mercado siderúrgico internacional. De momento no lo hará al máximo, sino al 70% de su capacidad, hasta que haya más demanda de productos, según informó la compañía. La previsión es que el horno pueda empezar a producir arrabio –fundición de hierro a partir de la que se fabrica acero– a mediados de la semana que viene. Para ello, contará con el respaldo del sínter B.

El parón, iniciado el 29 de septiembre, en principio iba a durar tres meses, pero finalmente se prolongó otro más. En este periodo, el horno B ha sido el único activo en España, produciendo unas 6.000 toneladas de arrabio diarias. Pero la situación del mercado ha mejorado, y la reactivación que ahora comienza obedece al ligero incremento de los pedidos, las perspectivas de mejora de la demanda y el reparto de las cargas de trabajo entre las diferentes plantas de la multinacional.

Para poner a punto la instalación, los 250 empleados de los dos hornos de Veriña están trabajando desde hace días. Por lo tanto, en este departamento no hay ya ningún profesional afectado por el Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) que se aprobó por la parálisis del horno. Además de los trabajadores de plantilla, han regresado operarios de empresas auxiliares encargados de tareas de mantenimiento y reparación. En total, alrededor de 500 personas han retomado su trabajo para hacer acopio de todos los materiales necesarios para la fundición y revisar el correcto funcionamiento de las distintas partes del horno.

No obstante, según informó Arcelor, sí continuarán en ERTE hasta el 31 de marzo los trabajadores del tren de alambrón.

Durante estos últimos meses, otras líneas de producción, como las de chapa gruesa (muy vinculadas al sector naval y al de las energías renovables) y carril (con numerosos pedidos de Adif), han seguido funcionando prácticamente al máximo.

Además, próximamente se pretende poner en marcha la reformada línea 1 de galvanizado para que produzca también magnelis, un acero con recubrimiento anticorrosión que se utiliza principalmente para las estructuras de paneles solares y que goza de una creciente demanda. La semana pasada finalizaron las obras de reforma de dicha línea.

Pendientes de Europa

La vida útil del horno A finaliza en septiembre de 2024, y los planes de ArcelorMittal es que sea sustituido por una planta de reducción directa de mineral de hierro (DRI, en sus siglas en inglés) y un horno híbrido de arco eléctrico, dentro de los planes de transición verde de la industria.

Esta metamorfosis es el objetivo de la inversión milmillonaria (la cantidad puede oscilar entre los 1.000 y 1.800 millones de euros) que está pendiente de aprobación por parte de la Comisión Europea. El Ministerio de Industria notificó el pasado jueves a Bruselas la petición definitiva de ayudas públicas, las cuales serán "cercanas al 60%" del valor total del proyecto, según avanzó el viernes el secretario general de Industria y Pyme, Francisco Blanco.

El Ministerio tiene reservada una partida de 450 millones de euros para esta inversión, pero todo apunta a que la cantidad será mayor. Así lo ha reconocido el comisionado del PERTE de descarbonización, Luis Ángel Colunga. La partida debe aprobarse en Consejo de Ministros. En cualquier caso, tanto la multinacional como el Gobierno tienen que esperar a la luz verde de la Comisión.

Por su parte, los sindicatos presentes en Arcelor esperan empezar cuando antes a negociar con la dirección de la empresa el plan social vinculado a este plan de descarbonización.

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