A partir de 2023

Autónomos | ¿Cómo se calcula la cuota a pagar con el nuevo sistema?

Los trabajadores por cuenta propia deberán cotizar a partir de 2023 en función de sus rendimientos netos anuales

¿Cómo se calcula la cuota a pagar con el nuevo sistema?

¿Cómo se calcula la cuota a pagar con el nuevo sistema?

Gabriel Ubieto

El Congreso de los Diputados debatió y votó el pasado 20 de julio el real decreto-ley 13/2022, de 26 de julio, por el que se estableció un nuevo sistema de cotización para los trabajadores por cuenta propia o autónomos y se mejora la protección por cese de actividad. El decreto procede de un acuerdo entre el Gobierno y los agentes sociales y abre la puerta a un cambio cultural que obligará a los afiliados al RETA a sacar la calculadora para reformular sus cuotas. A partir de 2023 cada trabajador por cuenta propia pagará según sus rendimientos netos o "ingresos reales", tal como lo han bautizado desde la Seguridad Social. El nuevo sistema de cuotas irá desde los 230 euros -la más baja- y hasta los 500 euros -la más alta-. Según los cálculos preliminares del Ministerio, tres de cada cuatro autónomos pagarán igual o menos con el nuevo sistema, mientras el cuarto restante verá incrementadas sus contribuciones obligatorias.

Hasta ahora los trabajadores autónomos pagaban una cuota mensual en función de sus preferencias e independientemente de los ingresos que manejaran. A diferencia, en este sentido, con los asalariados, a los que se les aplica un tramo u otro de IRPF según lo abultada que sea su nómina. Una voluntariedad, la de los autónomos, que ha provocado que hasta ahora la gran mayoría del colectivo optara por la cuota mínima, de 294 euros. Ya fuere porque sus ingresos no les permitían realizar mayores contribuciones para asegurarse mejores prestaciones futuras, ya fuere porque preferían guardar en su bolsillo ese dinero extra y destinarlo a otros menesteres. A partir del 2023 la cuota que pague cada autónomo dependerá de los rendimientos netos -una suerte de calculo de beneficios- de su actividad.

¿Cómo se calcularán esos rendimientos netos?

El espíritu del nuevo esquema es sumar los ingresos y restar los gastos. Y el número que derive de ese cálculo deberá cruzarse con la tabla de 15 tramos que ha definido la Seguridad Social y que cada año se revisará en los Presupuestos Generales del Estado. Si el autónomo está en los tramos bajos pagará menos y si esta en los altos pagará más. Un detalle que destacan desde las organizaciones de autónomos es que, si bien la cuota se calcula mensualmente, los ingresos y los gastos se calculan anualmente. Por ejemplo, si los rendimientos (ingresos menos gastos) al mes son menores a 670 euros, el autónomo deberá pagar una cuota de 230 euros en 2023.

La clave del nuevo sistema son los gastos deducibles, pues los ingresos es una parte de la ecuación relativamente sencilla. Son ingresos todos aquellos derivados de las actividades económicas y rendimientos del trabajo del autónomo.

¿Qué gastos son deducibles?

En el esquema de la nueva reforma cuentan como gastos deducibles todos aquellos que Hacienda ya aceptaba. Estos deben cumplir tres requisitos: tienen que estar vinculados a la actividad económica (algo que invita a interpretaciones divergentes), deben poder justificarse y deben estar contablemente registrados. Ejemplos clásicos son la compra de materiales o materias primas, los sueldos de trabajadores a cargo, los alquileres de locales o material, servicios a empresas, gastos financieros o amortizaciones, entre otros.

Una vez el autónomo tenga los ingresos y gastos deducibles del año, debe añadir un 7% adicional a esos gastos como gastos "difícilmente deducibles", sin tener que acreditarlos. Esta bonificación adicional está pensada para amortiguar el balance de gastos y rebajar de facto las cuotas, una carta puesta encima de la mesa por el Gobierno para atraer al acuerdo a los agentes sociales.

¿Se puede cambiar de cuota?

La elección de cuota formalmente es voluntaria y se basa en las estimaciones que el propio autónomo realiza de su ejercicio. No obstante, si durante el año ha ganado más de lo que había previsto, Hacienda sabe qué ingresos ha tenido y le reclamará las cotizaciones pendientes que se hubieran correspondido. Y, por el contrario, si el autónomo ha realizado una estimación de contribuciones mejor de lo formalizado, podrá a final de año demandar al erario público que le devuelva la diferencia. El trabajador por cuenta propia podrá cambiar hasta seis veces al año de cuota para ir ajustándose a la evolución de su negocio.

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