Arcelor ha señalado que el espectacular incendio que se registró ayer en el horno alto "A" de Gijón se produjo por "una reacción interna por contacto del arrabio con agua dentro del crisol del horno". Desde la compañía se destacó que "el origen de la presencia de agua está por determinar" y se confirmó que el crisol, parte esencial del horno, está perforado. Se confirma así el peor de los escenarios previstos, lo que añade incertidumbre sobre la posible reactivación del horno, cuya vida útil finaliza en dos años. Asimismo, la dirección de la empresa manifestó esta mañana a los sindicatos su voluntad de reparar la instalación.
Según el relato oficial de la multinacional, a las 17:50 horas de ayer, mientras se llevaba a cabo una operación de mantenimiento programada en el horno alto "A" de la factoría de Gijón, que se encontraba parado para llevar a cabo dicha intervención, se produjo una reacción interna por contacto del arrabio con agua dentro del crisol del Horno. Dicha reacción produjo la salida de arrabio a través de la pared del crisol y por la tobera que iba a ser reemplazada.
"No se ha registrado afección ambiental en las estaciones de control de la calidad del aire, tanto de la red propia de ArcelorMittal como las de la red autonómica ubicadas en Gijón"
La compañía destacó que de forma inmediata se activó el plan de emergencia interior de la instalación, procediéndose a la evacuación del personal del horno, sin que se produjeran daños personales. "La rápida y coordinada actuación de los equipos de primera intervención y de las brigadas de Bomberos de ArcelorMittal Asturias hizo posible que el fuego quedase controlado a las 19:00 horas y fuese posteriormente extinguido", señaló la ArcelorMital en un comunicado, en el que añadió que "no se ha registrado afección ambiental en las estaciones de control de la calidad del aire, tanto de la red propia de ArcelorMittal como las de la red autonómica ubicadas en Gijón".
La empresa añadió que actualmente se sigue trabajando en la refrigeración de la instalación, para poder acceder en condiciones de seguridad al horno a fin de llevar a cabo una evaluación de los daños. En una primera inspección se ha constatado que se ha originado una perforación del crisol, un componente crucial. El otro horno alto de la factoría de Gijón, el "B", sigue operativo.
Pese al mal pronóstico de la avería, la dirección de ArcelorMittal anunció a los sindicatos esta mañana su voluntad de reparar el horno alto A con el fin de restablecer su producción. No obstante, esta decisión va a depender de la evaluación definitiva del alcance del deterioro y del coste económico. La operación implicaría, entre otras labores, restaurar el crisol.
La evaluación definitiva de los destrozos está pendiente de que se pueda acceder a la instalación, para lo que es preciso terminar antes los trabajos de enfriamiento que se están llevando a cabo en la actualidad. La confirmación de que el crisol está perforado se hizo en una primera inspección de urgencia. La multinacional siderúrgica también avanzó su intención de incrementar la producción en el horno alto B, que resultó indemne, para paliar la merma de producción de arrabio.
La empresa no dio detalles de la repercusión que tendrá en el resto del proceso productiva la pérdida temporal de uno de los dos hornos altos.