El ERTE planteado por Arcelor no convence a todos los sindicatos, que reclaman a la empresa que comprometa ya las inversiones de descarbonización

La dirección de ArcelorMittal aplicará un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) en la modalidad de fuerza mayor para hacer frente a la parada forzosa del horno alto A a consecuencia del incendio que sufrió la instalación el miércoles por la tarde y que, entre otros daños pendientes de evaluar y concretar, supuso la perforación del crisol, un componente crítico de la instalación.

A la espera de que la multinacional decida el futuro del horno (se baraja entre su reparación para los dos años de vida útil que aún le queda a la planta o su cierre definitivo si el coste de la restauración fuese inasumible), la compañía regulará de empleo a un volumen de plantilla no precisado del conjunto de las instalaciones del llamado Clúster Asturias, que abarca a las plantas asturianas y a aquellas otras que son dependientes de la producción de cabecera que se les suministra desde el Principado. Se trata de las instalaciones acabadoras de Etxebarri (País Vasco), Lesaka y Legasa (Navarra) y Sagunto (Comunidad Valenciana).

Estos centros de producción suman cerca de 7.000 trabajadores, de los que unos 4.900 corresponden a Asturias.

Todos ellos –incluidos los talleres asturianos que elaboran productos largos y planos– dependen del suministro de acero desde las dos acerías de Tabaza y Veriña, cuya producción está a su vez condicionada por el aporte de arrabio procedente de los dos hornos altos de Gijón. La disponibilidad de un solo horno (el B) no es suficiente para cubrir la fabricación de productos acabados, que deberá ajustarse en función de la disponibilidad de las materias intermedias.

Esta circunstancia es la que la empresa invoca para poner en marcha el ERTE, que ha tenido una acogida dispar en medios sindicales.

La compañía, que comunicó este viernes la decisión a la representación laboral de los territorios afectados en una reunión celebrada en Etxebarri, no adelantó detalles sobre las condiciones salariales, afectación a la plantilla por plantas ni plazos de vigencia. La concreción de la propuesta la hará a partir del viernes próximo.

Aunque lo que se plantea es un ERTE por fuerza mayor, la siderúrgica se abre a la negociación, aunque, de no haber acuerdo, podrá aplicar el expediente de modo unilateral. El ERTE actualmente vigente, que fue pactado por la empresa con UGT, CC OO y USO, vence el viernes próximo.

UGT FICA dijo que "las causas son claras y evidentes", dado que el horno A "va a estar parado un tiempo importante". Aunque a UGT no le gusta la modalidad de fuerza mayor ("Es una fórmula que ya dio problemas en ocasiones anteriores", señaló en referencia al de 2020, anulado por el Tribunal Supremo, y "resta capacidad negociadora a la parte social"), el sindicato dijo que está dispuesto a "buscar fórmulas de flexibilización que garanticen las condiciones económicas y sociales de los trabajadores", aunque supeditado a la exigencia de que "el horno se repare a la mayor brevedad posible para garantizar el mantenimiento de la actividad industrial del grupo". UGT dijo que "tratará de garantizar como mínimo las condiciones económicas y sociales del expediente actual": 90% del salario bruto anual y el 100% de pagas extras y vacaciones, lo que suma entre el 93% y el 94% de la retribución total. Son las mismas condiciones del que estuvo vigente entre 2009 y fines de 2021. En el caso de Asturias, el ERTE vigente hasta el próximo viernes afecta a un máximo del 25%de la plantilla (1.250 trabajadores). En otros territorios alcanza hasta el 60% de los trabajadores.

CC OO considera que el anuncio de un ERTE de fuerza mayor es una "amenaza" y un "chantaje" porque "no precisa de acuerdo" y porque se "utiliza la estrategia del miedo", "pintando un escenario catastrofista para condicionar la negociación" cuando aún "no se conoce el alcance de la avería del horno alto A" y cuando, según este sindicato, es "viable una reparación". CC OO recuerda la anulación judicial del ERTE de 2020.

Ambos sindicatos reclaman que la empresa comprometa ya las inversiones en descarbonización.

La empresa mejoró este viernes su oferta de convenio para cuatro años con un alza del 2,5% anual más un porcentaje adicional ligado a la consecución de objetivos, no consolidable en tablas y garantizando el poder adquisitivo en la vigencia del acuerdo. Antes ofrecía el 12% en 5 años. Los sindicatos creen que la nueva propuesta sigue siendo insuficiente.

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