Danone prepara la fábrica de Salas para su reapertura por una compañía holandesa

Los preparativos en la planta de Danone en Salas para la llegada del nuevo comprador, que se espera que sea inminente, han seguido en los últimos días con reparaciones y obras de mantenimiento.

Estas tareas se iniciaron nada más cesar la actividad de la fábrica a fines de diciembre con el fin de preservar la capacidad de reactivación de la instalación fabril en cuanto se materialice el traspaso al grupo holandés con el que se ha alcanzado un acuerdo y cuya identidad no fue desvelada.

En las últimas semanas se recibió en las instalaciones salenses la visita de técnicos de una consultora externa para evaluar y cuantificar el presupuesto de los cambios de maquinaria que serían precisos para afrontar la nueva etapa si finalmente el comprador introduce la elaboración de otros productos distintos a los que elaboraba el grupo Danone en la planta asturiana. «La fábrica la están preparando para que vuelva a funcionar», dijeron fuentes conocedoras.

La venta de la fábrica a un grupo industrial que se comprometa a garantizar la continuidad de la actividad productiva fue un compromiso asumido por la multinacional francesa Danone y también una exigencia de los trabajadores y de las autoridades nacional, autonómica y local.

Pasado mañana, viernes, culmina el expediente de regulación de empleo pactado por Danone y la representación laboral. En el colectivo y en la localidad existe la esperanza de que el acuerdo de venta se oficiliace con carácter inminente.

Danone inauguró la fábrica de Salas en 1981. La planta, con 7.600 metros cuadrados construidos sobre una parcela de 40.700, llegó a producir 32.000 toneladas de queso fresco anuales, especialmente el Danonino (antes Petit Suisse), además de algunos postres. En los últimos años había bajado su producción. El Danonino, que dejó de fabricarse en octubre, se elabora ahora en Francia.

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