EL FUTURO DE LA INDUSTRIA DEL AUTOMÓVIL

Aragón se pone las pilas en la carrera por las fábricas de baterías

Stellantis abre una lucha entre Portugal y España para lograr captar su cuarta gigafactoría en Europa, con Zaragoza entre los posibles destinos. La comunidad sigue en pugna con el Reino Unido en el esprint final por el proyecto de Tata

Varios trabajadores en el taller de ensamblaje de baterías para coches eléctricos de la planta de Stellantis en Figueruelas.

Varios trabajadores en el taller de ensamblaje de baterías para coches eléctricos de la planta de Stellantis en Figueruelas. / JAIME GALINDO

Jorge Heras Pastor

En doce años, 2035, quedará prohibida la venta de coches de gasolina o diésel en Europa. El tiempo apremia y la industria del automóvil ha acelerado el ritmo para dar el salto al coche eléctrico, aunque la mayoría de los consumidores lo sigan viendo con cierto escepticismo, sobre todo por su precio más elevado y las carencias en la infraestructura de recarga. En paralelo, los países y las regiones vinculadas a esta actividad se han lanzado a la carrera para tratar de hacerse con una fábrica de baterías, piedra angular para garantizar el futuro de este sector y amortiguar los impactos en el empleo y los proveedores que puede provocar la transición a la electromovilidad.

Carlos Tavares, Marcelo Rebelo de Sousa y António Costa, en Portugal.

Carlos Tavares, Marcelo Rebelo de Sousa y António Costa, en Portugal. / STELLANTIS

Aragón, como tierra del automóvil, está en la primera línea de esa batalla para hacerse con uno proyecto de estas características. De hecho, se encuentra actualmente en el esprint final para la asignación de una de estas inversiones y tiene serias opciones en otras iniciativas, pero a día de hoy no hay cerrado. No cabe duda que se trata de una de las comunidades autónomas donde más peso tiene este sector estratégico, con la planta de Stellantis en Figueruelas como epicentro. Representa un 6% de su PIB, el 30% del empleo industrial y el 35% de las exportaciones. Además de ello, los expertos coinciden en destacar que es un territorio idóneo para el desarrollo de una gigafactoria por los mimbres con que cuenta.

La pelea entre territorios e inversores se ha agudizado recientemente al conocerse que el Ministerio de Industria lanzará, dentro de la segunda ronda de ayudas del Perte del vehículo eléctrico y conectado (VEC), una línea específica para incentivar con fondos públicos la instalación de más gigafactorías en España. La convocatoria está prevista para junio. El Gobierno central tiene en la nevera los 2.100 millones de euros que quedaron sin asignar en la primer reparto de subvenciones de este proyecto estratégico, que está financiado con los fondos europeos de recuperación. Cada proyecto de baterías podría captar entre 150 y 350 millones de euros con esta iniciativa.

Un duro adversario

¿Quiénes optarán a este jugoso dinero? Al menos uno de los posibles candidatos a esta convocatoria tiene puestos sus ojos en Aragón como es Tata Motors. El gigante indio de la automoción se debate entre Zaragoza y Reino Unido para ubicar la planta que fabricará las pilas de los coches eléctricos de su filial Jaguar y Land Rover. Tanto el ministerio como el Ejecutivo autonómico han mantenido intensas relaciones y contactos para tratar de retener esta inversión, lo que ha incluido visitas a los terrenos del entorno de la capital aragonesas susceptibles de poder acoger una instalación de esta categoría.

La suerte está echada y es difícil predecir cuál será la decisión final de la multinacional, pero el rival en esta pugna es sin duda un peso pesado al que será difícil ganar la partida. A priori, los ingleses parecen tener más opciones al ser originarías de su país las dos marcas a las que se destinarán las baterías. A ello se suman los vínculo históricos que mantienen con la India, que fue su antigua colonia y sigue formando parte de la Commonwealth. Y el propio primer del Reino Unido, Rishi Sunak, es de origen indio

A favor de la candidatura aragonesa juega el hecho de que su adversario ya no forme parte de la Unión Europea y la ingente capacidad de generación de energías renovables que tiene la comunidad autónoma, una de sus grandes bazas por el valor que dan a este factor los promotores de estas inversiones a la hora de elegir donde instalarse.

El otro gran proyecto que está en liza parte de un gigante automovilístico que Aragón conoce de primera mano: Stellantis. Aunque parecía un caso ya cerrado o algo para lo que todavía faltarían muchos años, la posibilidad de que este grupo desarrolle una gigafactoría de baterías en la península ibérica es hoy muy real. Así lo dejó caer el CEO del grupo, Carlos Tavares, en la visita que hizo a principios de este mes a la planta de Mangualde (Portugal), donde dijo que el proyecto está en fase de estudio y que la decisión se tomará antes de final de año.

Ante el primer ministro del país, António Costa, el patrón de la multinacional lanzó el órdago para iniciar una competición entre Portugal y España, buscando la mejor oferta teniendo en cuenta factores como la disponibilidad de energía renovable, los costes y, sobre todo, los apoyos. En el país vecino ya manifestaron el interés para plegarse a las demandas de Tavares y sobre la mesa pondrán su modelo laboral e industrial de bajo coste, energía verde y un amplio marco de ayudas. Las bazas españolas: la línea específica para estas instalaciones en el Perte VEC, la proximidad de las plantas principales del grupo en la península (como Vigo y Zaragoza) y el desarrollo de las renovables.

Aragón como favorita

En el lado español, Aragón parte como favorita para la atracción de inversión millonaria de Stellantis, pero la compañía parece mostrar preferencia por Portugal, de donde es además Tavares. Desde el Ejecutivo autonómico no sueltan prenda sobre el desarrollo de estas negociaciones ni las opciones dar la campanada con Tata, pero aseguran que no tiran la toalla por ninguno de los proyectos que están en boga.

Hace ya varios años que Aragón sueña con tener una fábrica de baterías, un anhelo que estuvo a punto de hacerse realidad con el mayor proyecto hasta la fecha que se ha lanzado España, el impulsado por Volkswagen, que finalmente recaló en Sagunto (Valencia) y se prevé que sea una realidad en 2026.

Fuera de la comunidad, entre los proyectos que se postulan al Perte Vec estaría el de la china Envision con Acciona para Extremadura y la eslovaca Inobat en (Valladolid). También ha mostrado interés la china BYD.