Unicaja estudia una nueva reducción de plantilla para mejorar su rentabilidad

La entidad, que aún está aplicando el ERE pactado en 2021, ganó el 26% menos en el primer trimestre por el impuesto temporal a la banca

La sede central de Unicaja Banco, situada en la avenida de Andalucía de Málaga capital.

La sede central de Unicaja Banco, situada en la avenida de Andalucía de Málaga capital. / ÁLEX ZEA

Unicaja Banco está considerando la puesta en marcha de un nuevo plan de recorte de gastos, ente cuyas medidas se considera la posibilidad de aplicar un expediente de regulación de empleo (ERE), que se sumaría al que fue pactado con los sindicatos tras la integración de Liberbank y que está en proceso de ejecución.

La posibilidad de hacer un nuevo ERE ya fue planteada recientemente al consejo de administración por el fondo de inversión británico-maltés Oceanwood, que es el segundo mayor accionista del banco, del que posee el 7,41%. Oceanwood tiene un representante en el consejo de Unicaja.

El fondo había justificado esta propuesta para mejorar la ratio de rentabilidad del banco y aprovechar que en el ERE pactado con los sindicatos en diciembre de 2021 hubo más de 500 solicitudes de adhesión que no pudieron ser atendidas porque excedieron el tope que había sido pactado con la representación sindical. 

Unicaja recibió en el periodo de adhesión voluntaria (hasta febrero de 2022) 2.085 solicitudes voluntarias, 572 por encima del ajuste previsto, lo que supuso 1,37 veces el objetivo del ERE: la supresión de 1.513 empleos, de los que 1.100 pertenecen a oficinas y unos 400, a los servicios centrales. En Asturias, donde el banco da ocupación en la actualidad a unos 760 trabajadores, las peticiones de salida acogiéndose al ERE de 2021 fue 2,8 veces la cifra prevista por el banco. El recorte diseñado por el banco para el Principado preveía reducir 94 de los 870 empleos entonces existente en la comunidad, un recorte del 10,8% frente al 15% en el conjunto del país.

Si finalmente se lleva a cabo el nueve ERE, el banco pretende volver a pactarlo con la representación sindical. Varios sindicatos se expresaron en términos muy críticos en la última junta general de accionistas con la sobrecarga de trabajo y el clima laboral existente en la entidad.

El anuncio de un nuevo ERE fue hecho público en la presentación de resultados del banco, que en el primer trimestre tuvo un beneficio neto de 34 millones, el 26% menos que en el mismo periodo del año anterior. Esta reducción de las ganancias fue atribuida a haber repercutido el nuevo impuesto temporal a la banca, que ha tenido un coste para Unicaja de 63,8 millones. Sin este tributo, el beneficio del grupo en el periodo habría sido de 98 millones, el 62,9% más que en el primer trimestre de 2022.

La merma del resultado final y una jornada en rojo para el conjunto de la banca llevaron ayer a Unicaja a liderar las caídas en el índice bursátil Ibex 35, con un desplome de su cotización del 9,94%, seguido por el Sabadell (-7,14%).

El banco –como ya anunció su consejero delegado, Manuel Menéndez, el 20 de marzo en la junta general de accionistas– también está considerando hacer una recompra de acciones propias, aprovechando su exceso de capital (1.711 millones sobre los requerimientos regulatorios) como vía complementaria al dividendo para remunerar a los accionistas. 

Oceanwood también reclamó recientemente al consejo explorar la posibilidad de acometer nuevas fusiones para mejorar la rentabilidad y generar sinergias, y urgió asimismo a dotar los puestos vacantes en el consejo de administración: cuatro de los seis vocales independientes sobre un total de quince miembros que integran este órgano.

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