Escrivá critica al PP por dañar la credibilidad de España con su anterior reforma de las pensiones

El ministro de la Seguridad Social, José Luis Escrivá, ha defendido ante el empresariado catalán congregado este martes en Barcelona en las jornadas del Cercle d'Economia su reforma de las pensiones, exhibiendo el 'placet' de la Comisión Europea a una norma cuyos efectos se irán desplegando por etapas hasta el 2050. A las puertas de unas nuevas elecciones, que pueden o no cambiar el signo político del Gobierno, Escrivá ha destacado que "es difícil encontrar una política pública en España que haya pasado más filtros y procedimientos" y ha cargado contra la herencia recibida del PP, que ha tachado de "problema de credibilidad internacional" para España.

No ha jugado el ministro ante un público favorable. "Seguramente, la reforma del sistema de pensiones era la que más necesitaba un debate público de calidad que permitiera lograr un consenso duradero", afirmaba el Cercle en su nota de opinión publicada hace apenas unos días. Y es que el último capítulo de la reforma no contó con el apoyo de la patronal CEOE y el PP votó en contra de la misma, dejando en el alero la derogación de parte de la misma si acaban ganando las elecciones.

El ministro ha sacado a la palestra la batería de argumentos habituales de la que se ha valido en los últimos meses para defender su obra. Ha insistido en que España tiene un nivel de costes laborales inferior a la mediana europea, lo que deja margen a las empresas para pagar más y no perder atractivo frente a sus competidores. Concretamente, según los últimos datos de Eurostat, el coste laboral por hora (salarios más cotizaciones) en Europa es de 30,5 euros por hora, frente a los 23,5 euros de España. Una brecha que ha aumentado un 30% desde la crisis del 2008 por el pobre aumento de los salarios. 

Escrivá ha criticado también que sus detractores tildan de insuficiente su reforma, en cuanto a nuevos ingresos llevados a la caja, en base a unas estimaciones a futuro "amarrateguis". "No hay un problema de sostenibilidad", ha insistido. 

El ministro ha reiterado que no ve necesario elevar la edad legal de jubilación -actualmente en 66 años y medio-, ya que la ve "aceptable". Y que el camino pasa por aparejar esa edad legal con la edad efectiva, es decir, a la que realmente se jubila la gente. Para ello aprobó -esta vez sí con el apoyo patronal- una serie de incentivos y penalizaciones para que los trabajadores tarden más en jubilarse. Especialmente en el caso de los pensionistas con mejores salarios, cuya esperanza de vida es mayor. "Es el mecanismo más potente" para reducir el gasto, ha defendido. 

Para rematar su alegato, Escrivá ha cargado contra la herencia recibida del PP en materia de pensiones. Mientras el actual Gobierno ha vuelto a ligar las prestaciones contributivas al IPC, es decir, las pensiones suben cada año según haya subido la inflación del anterior. El actual líder 'popular', Alberto Núñez Feijóo, no ha aclarado públicamente si derogaría o no esta cuestión si llega a Moncloa.

El Ejecutivo de Mariano Rajoy dejó el factor de sostenibilidad, que vinculaba cuantía de las prestaciones a la esperanza de vida. Una medida que, según los cálculos de Escrivá, hubiera recortado las pensiones a la mitad en el caso de los jóvenes actuales y un 30% en el caso de los actuales jubilados.

También ha criticado que el PP aprobara en 2013 esa reforma, se la vendiera a la Comisión Europea y luego congelara su aplicación. Lo que, en opinión del actual ministro, supuso un "problema de credibilidad internacional" para España. “Nos vamos un poco más tranquilos”, le ha despedido la moderadora del Cercle.

Centros migratorios en Latinoamérica

El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones también ha defendido en su intervención el reciente convenio firmado con Estados Unidos y Canadá para abrir centros migratorios en Latinoamérica a través de los cuales atraer de manera regular y ordenada a personas que laboralmente encajen con los perfiles que escasean en el mercado laboral español.

En esta materia, Escrivá está ultimando una instrucción para reformar el reglamento de extranjería, con el objetivo de agilizar la regularización de migrantes que ya están en España pero sin permiso de trabajo. Una instrucción que ha causado rechazo dentro del propio Gobierno y con los sindicatos. La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, es más partidaria de una regularización colectiva de migrantes, en vez de ir por la vía Escrivá y facilitar que acrediten su arraigo a través de cursos de formación (que pueden ser 'on line'). Las centrales están preocupadas por que dicha regularización precarice los empleos y suponga mano de obra