La reparación del horno alto A de Arcelor tras el incendio prolongará su vida útil

El refuerzo de la planta permitirá extender la actividad hasta cuatro años y da mayor margen para el proyecto verde de Gijón

M. C.

La reparación del horno alto A de la factoría gijonesa de Arcelor prolongará su vida útil, pudiendo alcanzar hasta cuatro años más, según indicaron varias fuentes siderúrgicas. Esa ampliación de la vida útil daría un margen holgado a la multinacional para acometer los proyectos de descarbonización, con un nuevo horno de reducción directa (DRI) y una acería verde, en el caso de que la cúpula de la compañía finalmente apruebe el proyecto. La prolongación de la vida útil del horno A respecto a la que tenía antes del accidente que sufrió el pasado mes de marzo también fue indicada ayer por fuentes oficiales, que matizaron que no tienen una estimación concreta sobre el tiempo que ganará la instalación. Antes del siniestro, la vida del horno A alcanzaba hasta el año 2025, fecha prevista para su sustitución por el DRI.

En todo caso, todo apunta a que el nuevo plazo será suficiente para que se puedan acometer los proyectos de descarbonización sin perder capacidad de producción. La construcción del horno de reducción directa por hidrógeno (DRI) requerirá de un plazo de unos dos años y medio y la obra la acería verde de Gijón, de unos dos años. Esos son los tiempos que se manejan una vez que esté aprobada la inversión de 1.000 millones de euros en la cabecera de la siderurgia asturiana. La decisión se espera que se adopte a lo largo de este mes o a principios del que viene, dado que es el plazo que tiene la compañía para acceder a los 450 millones de subvención aprobados el pasado 4 de abril por el Gobierno de España.

Tras el incendio que sufrió el horno alto A el pasado 22 de marzo, Arcelor ya ha completado las tareas de eliminación del arrabio que se había solidificado en su interior. Los daños producidos en la instalación no son tan grandes como se llegó a temer. Así las cosas, la compañía ha iniciado las tareas de reconstrucción que permitirán que el horno vuelva a entrar en funcionamiento a principios de julio, en torno al día 7. En la reparación se está empleando un material refractario más avanzado que el que tenía hasta ahora. Ese material reforzado es clave en la prolongación de la vida útil. Según las fuentes consultadas, también se estaría debatiendo la posibilidad de acometer otras actuaciones en el horno. La prolongación hasta en cuatro años de la vida útil del horno no implica necesariamente que vaya a agotar ese plazo. La instalación, al igual que uno de los sínter, están llamados a clausurarse ante las inversiones previstas para descarbonizar parte de la factoría de Veriña.

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