Política monetaria

¿Qué se espera que haga el BCE con los tipos este jueves?

La mayoría de consejeros del banco central del euro apostó en julio por sopesar una nueva bajada de tipos en su reunión de septiembre, por lo que el mercado está más pendiente de qué hará el resto del año

Sede del BCE en Fráncfort.

Sede del BCE en Fráncfort. / BCE

Pablo Allendesalazar

Pablo Allendesalazar

Madrid

El consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE) se reúne este jueves por sexta vez en 2024 para, como cada seis semanas, valorar la evolución económica de la zona euro y adoptar decisiones sobre política monetaria. La mayoría de sus 26 miembros -los seis integrantes del comité ejecutivo de la institución y los 20 gobernadores de los bancos centrales nacionales de la unión monetaria, entre los que se estrena José Luis Escrivá por el Banco de España- abogaron en su encuentro de julio por sopesar un nuevo recorte en su reunión de septiembre, adicional a la bajada de 0,25 puntos porcentuales aprobada en junio. El mercado la da por descontada y está sobre todo pendiente de las pistas que pueda lanzar su presidenta, Christine Lagarde, sobre los siguientes recortes del precio del dinero.

¿Qué se espera que decida el BCE sobre los tipos?

Todo lo que no sea una rebaja de los tipos de referencia, probablemente de 0,25 puntos porcentuales, sería una sorpresa. El precio del dinero en la zona euro, así, bajaría por segunda vez este año después de que la autoridad monetaria lo aumentase para combatir la alta inflación a un ritmo y escala sin precedentes desde su creación en 1999: 4,5 puntos porcentuales en 10 reuniones sucesivas entre julio de 2022 y septiembre de 2023. El tipo de referencia (la facilidad de depósito: el interés con que remunera el dinero que guarda a los bancos) se reduciría al 3,5%, a niveles de junio del año pasado.

En esta ocasión, eso sí, se va a producir un hecho particular. El tipo que servía de referencia entre 1999 y 2015 (el de las operaciones principales de financiación: interés que cobra el BCE a los bancos por prestarles dinero a una semana), va a bajar probablemente en unos inéditos 0,6 puntos porcentuales, hasta el 3,65%. Con todo, es engañoso y no debe interpretarse como una suavización adicional de la política monetaria. El BCE decidió hace unos meses por razones operativas que su diferencia con la facilidad de depósito se reduzca a 0,15 puntos. Pero en cualquier caso, este último es el que realmente sirve de referencia desde 2015 para el euríbor, y por tanto para el coste de los créditos bancarios e hipotecas. 

¿Por qué va a bajar los tipos el BCE en la reunión de este jueves?

Lagarde apuntó tras el consejo de julio que la decisión sobre los tipos en septiembre estaría "muy abierta". Sin embargo, la posterior publicación de las actas de aquel encuentro desveló que una amplia mayoría de los consejeros abogó entonces por sopesar un nuevo recorte en su reunión de este jueves. Los datos conocidos desde entonces confirman la expectativa del mercado de que se produzca dicha rebaja. Así, la actividad económica muestra crecientes signos de desaceleración, con Alemania al borde de la recesión y Francia e Italia estancadas. De hecho, las cifras de crecimiento del PIB del segundo trimestre se han revisado recientemente a la baja, del 0,3% al 0,2%.

Aún más relevante para el BCE -cuyo principal mandato es lograr la estabilidad de precios, entendida como un IPC estable en el 2% a medio plazo)- es la evolución de la inflación de la zona euro. En agosto, la general bajó al 2,2%, cuatro décimas por debajo del 2,6% de julio y en su menor nivel desde julio de 2021. Además, la subida de los salarios negociados en la eurozona se frenó de forma significativa en el segundo trimestre del año, hasta el 3,55% de media, frente al 4,74% que había mostrado el primer periodo del año.

¿Qué sucederá en las próximas reuniones del año?

Esa es en realidad la gran pregunta. El consejo de gobierno tiene previstas otras dos reuniones en lo que resta de 2024 para decidir sobre la política monetaria: el 17 de octubre y el 12 de diciembre. Los analistas e inversores se dividen entre los que esperan dos recortes más en cada uno de estos encuentros y los que prevén uno solo en la reunión del último mes del año, si bien hoy por hoy son más los que se decantan por lo segundo. 

También hay dudas y discrepancias sobre lo que sucederá el año que viene. Algunos expertos creen que el BCE pasará de un ritmo de recortes trimestral en 2024 a un ritmo mensual en 2025, mientras que otros estiman que se mantendrá en las rebajas cada tres meses que esperan para el presente ejercicio. El suelo del tipo de referencia, sea a una velocidad u otra, se estima en torno al 2%.

¿De qué va a depender la senda futura de los tipos?

Lo más probable es que el BCE no se comprometa con una senda futura de recortes de tipos y que Lagarde insista en el mensaje habitual de que decidirán en función de los datos que vayan recibiendo y reunión a reunión. La información que va llegando sigue siendo volátil y hay que tener siempre en cuenta que en el seno del consejo de gobierno de la institución conviven dos almas: la de los llamados 'halcones' (aquellos que abogan por ceñirse a su objetivo de lograr la estabilidad de precios) y la de los calificados como 'palomas' (quienes defienden una interpretación flexible y amplia de su mandato que tenga más en cuenta la situación económica). 

Las decisiones, en consecuencia, van a depender de la evolución de la actividad económica y de los precios. Hay que tener en cuenta que la inflación de los servicios en agosto subió dos décimas, hasta el 4,2%, mientras que la subyacente (que excluye los precios más volátiles de la energía y los alimentos no elaborados) se mantuvo en el 2,8%. Por otro lado, está por ver si las previsiones de menor crecimiento económico se confirman o, como ha sucedido otras veces en los últimos años, el PIB acaba por comportarse mejor de lo esperado.

¿Qué se espera de las nuevas previsiones macroeconómicas?

Una de las claves de esta reunión es la actualización trimestral de las previsiones macroeconómicas del BCE. En junio, sus economistas previeron que el IPC de la zona euro se situará de media en el 2,5% en 2024, el 2,2% en 2025 y el 1,9% en 2026, por encima del 2,3%, 2% y 1,9% que estimaron en marzo. También elevaron sus previsiones sobre la inflación subyacente hasta una media del 2,8%, 2,2% y 2%, frente al 2,6%, el 2,1% y el 2% precedentes. Además, auguraron un mayor crecimiento económico este año (0,9% frente al 0,6% de marzo), mientras que lo rebajaron para 2025 (del 1,5% al 1,4%) y lo mantuvieron para 2026 (1,6%).

Ese escenario de mayor inflación y mayor crecimiento enfriaba un tanto la expectativa de recortes rápidos de tipos. Los expertos esperan que la revisión de sus previsiones de este jueves incluya algo menos de crecimiento y algo más de inflación a corto plazo y el mantenimiento de sus estimaciones para el medio plazo. De ser así, sería un escenario ligeramente más favorable para los recortes de tipos, pero tampoco supondría un cambio sustancial que acelerase dichas bajadas.

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