Calificación de riesgos

Fitch mejora las perspectivas económicas de España en plena crisis europea

La revisión de la perspectiva refleja la mejora de la situación que apunta a un incremento del potencial de PIB de España "y fortalecido su resiliencia a los 'shocks' externos"

Sede de Fitch Ratings.

Sede de Fitch Ratings. / Agustí Sala

Eduardo López Alonso

La agencia de calificación crediticia estadounidense Fitch Ratings mejoró este lunes las perspectivas económicas de España. En plena situación de incertidumbre a escala europea, con manifiesta amenaza de recesión en Alemania, España capea el temporal con buena nota pero sin demasiadas alharacas. Fitch revisa a positiva desde estable esas perspectivas, al tiempo que mantiene su calificación de incumplimiento emisor (IDR) en moneda extranjera a largo plazo (LTFC) en 'A-'.

La revisión de la perspectiva refleja la mejora de la situación que apunta a un incremento del potencial de PIB de España "y fortalecido su resiliencia a los 'shocks' externos", según Fitch. Esta idea deriva, según la agencia de calificación, "de las tendencias positivas del mercado laboral impulsadas por una fuerte migración neta y reformas, una mayor competitividad y la ausencia de desequilibrios macrofinancieros". Según este análisis, España tiene grandes posibilidades de seguir "superando a sus pares de la eurozona". Así, prevé un crecimiento del PIB real del 2,9% en 2024 y un crecimiento promedio del 2,2% en 2025-2026 (frente al 1,5% de la eurozona). Esta situación macroeconómica es algo nunca visto en España, pero está siendo minimizada en la opinión pública como consecuencia de la batalla política y en las últimas semanas por el drama de las inundaciones en Valencia.

Crecimiento gracias a la inmigración

Fitch ha revisado al alza su visión sobre el potencial de crecimiento de España a cerca del 2,0% (2024-2028), basándose principalmente en un mayor crecimiento de la oferta de mano de obra. Las proyecciones de las estadísticas nacionales (INE) sugieren que la población en edad de trabajar de España creció al menos un 1,4% en 2023. La migración neta contribuye a más de la mitad del aumento. Para los expertos de Fitch, la mano de obra extranjera es uno de los elementos que impulsa el crecimiento de España y "seguirá siendo un importante impulsor del crecimiento de la oferta laboral, ayudando a compensar una disminución natural de la población de España". El informe de Fitch destaca que "los inmigrantes de América Latina (que representan poco más de la mitad de los flujos entrantes) y su familiaridad con la cultura española, apoyan su integración en el mercado laboral en una variedad de niveles de habilidades". Las tendencias actuales respaldan que la población en edad de trabajar de España se expanda al doble de la tasa proyectada de los grandes pares europeos.

Excelente internacionalización

En términos de internacionalización de la economía, España también logra una buena nota. Fitch considera que "los superávits persistentes de cuenta corriente (promedio de 10 años hasta fines de 2023 en 1,8% del PIB) han llevado a una marcada mejora en la posición externa del país, con una deuda externa neta que cayó al 52% del PIB a fines de 2023, desde un pico del 92% en 2020. En términos de productividad, Fitch mantiene que los costes unitarios laborales y energéticos más bajos que el promedio de la eurozona han mantenido la competitividad de precios de España, "lo que respalda una mejora en la estructura económica del país". El crecimiento de los sectores de transporte, finanzas, información y tecnología, y telecomunicaciones ha llevado a que los servicios no turísticos representen el 53% de las exportaciones totales de servicios en 2023, frente al 47% en 2018.

'Gap' salarial y mejorar la productividad

En cualquier caso, existe un 'gap' salarial entre España y los países punteros de Europa que debería reducirse, para lo que es necesario que las empresas españolas produzcan productos y servicios de mayor valor añadido. Desde 2019, la cuota de mercado global de exportación de España también ha aumentado, mientras que ha disminuido en el caso de Alemania y Francia.

A finales de 2023, la deuda del sector corporativo era del 66% del PIB y la relación deuda-ingresos del sector de los hogares era del 73% (Eurostat). El prolongado desapalancamiento del sector privado desde la crisis económica de 2008-2014 también ha dado lugar a una corrección sustancial de la posición de inversión internacional neta negativa de España. Desde su máximo de 2009, la posición de inversión internacional neta de España se ha reducido 45 pp hasta el -51,5% del PIB (finales de 2023); Aunque sigue siendo elevada en relación con la media de la eurozona (-10,4%) y la mediana "A" (-8,9%).

España y la reforma fiscal

Para Fitch, el Gobierno del PSOE-Sumar depende principalmente de la reforma fiscal para alcanzar sus objetivos presupuestarios a medio plazo, pero se enfrentará a presiones de gasto derivadas del aumento del gasto público en pensiones y de los costes de pago de intereses. El principio de acuerdo ya se ha alcanzado. Según el Informe sobre el Envejecimiento de la Comisión Europea para 2024, se prevé que España tenga uno de los mayores aumentos en el gasto público en pensiones, aumentando un 1,2% del PIB entre 2022 y 2030, frente a la media de la UE del 0,5%. En el mismo período, las proyecciones del Gobierno apuntan a que el gasto en intereses de sus pasivos alcanzará el 2,9% del PIB, frente al 2,4% del PIB en 2023. Los mayores apoyos previstos por el BCE deberían compensar ese mayor endeudamiento, aunque la agencia de calificación se mantiene en la ortodoxia económica y pontifica que "un nuevo aumento de la deuda pública/PIB, por ejemplo, debido a déficits fiscales mayores de lo esperado o un crecimiento más débil", podrían empeorar su valoración.

Desafíos para Pedro Sánchez

Fitch advierte de que el Gobierno de coalición minoritario de Pedro Sánchez "sigue enfrentándose a desafíos para sacar adelante la legislación" y la dependencia del apoyo de los partidos separatistas "aumenta los riesgos de implementación de políticas", como demuestran los retrasos en las discusiones sobre los presupuestos de 2024 y ahora 2025. En este sentido, avisa de que el progreso en la reforma estructural necesaria para el desembolso de los fondos de la UE también podría verse obstaculizado, aunque reconoce que ya se han aprobado la gran mayoría de las reformas importantes, incluida la segunda parte de la reforma de las pensiones y la nueva ley de empleo, a pesar de que no se ha avanzado en el hito de la reforma fiscal del Plan de Recuperación.

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