La compañía asturmexicana Nozar suma dos años en positivo

Luis Nozaleda, presidente de Nozar.

Luis Nozaleda, presidente de Nozar.

Oviedo

El grupo promotor e inmobiliario Nozar –propiedad de los hermanos asturmexicanos Nozaleda Arenas, originarios de Camas (Cabranes) y de Pruneda (Nava)– consolida su recuperación con dos ejercicios consecutivos en beneficios tras haber sido uno de los pocos grandes operadores nacionales que logró sobrevivir a la estruendosa crisis del ladrillo de 2008.

Nozar salió en 2021 del proceso concursal al que se acogió doce años antes (en 2009) y en 2022 volvió a beneficios, que en 2023 ha vuelto a ratificar con su segundo resultado positivo consecutivo: declaró un beneficio en el pasado ejercicio de 43,4 millones, el 140% superior al de un año antes. A resultas de la crisis inmobiliaria y edificatoria, Nozar llegó a acumular pérdidas de casi 120 millones.

La compañía reanudó su actividad en 2016 con proyectos inmobiliarios en diversas ciudades, entre ellas Gijón.

Los Nozaleda superaron los procesos concursales en cinco de sus empresas. Con anterioridad a la solución en Nozar, ya habían salido de esta situación otras cuatro sociedades del grupo también afectadas por la crisis de 2008-2014: el balneario de Panticosa (Huesca), la empresa cárnica Marcos Sotoserrano (Salamanca), las bodegas vinícolas Enate (Huesca) y el fabricante de quesos Qualia Lácteos (Ciudad Real).

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