Las dificultades de la transición energética

Otra gran empresa que deja en suspenso proyectos verdes en Asturias: lo que paraliza Fertiberia

La empresa iniciará en primavera la transformación de su fábrica de ácido nítrico, pero aplaza la planta de amoniaco verde, sumándose a otras compañías de la región que paralizan proyectos sostenibles

Fábrica de Fertiberia en Trasona (Corvera). | MARA VILLAMUZA

Fábrica de Fertiberia en Trasona (Corvera). | MARA VILLAMUZA

Yago González

Yago González

La multinacional de fertilizantes Fertiberia acometerá de momento solo una parte del ambicioso plan de transformación verde de su fábrica de Trasona (Corvera), para el que ha obtenido una ayuda pública de 60,8 millones de euros, la segunda mayor concedida hasta la fecha en Asturias a cargo del PERTE de descarbonización industrial tras la otorgada a ArcelorMittal. De este modo, Fertiberia se suma a la creciente lista de empresas de la región que paralizan proyectos industriales de reducción de emisiones por los elevados costes o las dudas sobre el entorno regulatorio de las energías verdes, como ArcelorMittal, Central Lechera Asturiana o Reny Picot.

El plan de descarbonización de la empresa de fertilizantes para su complejo fabril de Corvera constaba de dos patas: la modernización de su planta productora de ácido nítrico –de medio siglo de antigüedad– y la construcción de una fábrica de amoniaco alimentada con hidrógeno de origen renovable. De momento, la compañía únicamente realizará lo primero, según fuentes conocedoras de la operación.

Aunque el Ministerio de Industria –cuyo titular, Jordi Hereu, visitó la factoría corverana en septiembre– haya concedido a Fertiberia la mencionada subvención de 60,8 millones de euros para la transformación de las instalaciones, las fuentes señalan que "la cantidad será menor", y que la cifra final de desembolso público "está en negociación". La razón, señalan, es que "se ha aplazado" la parte del proyecto relativa al amoniaco verde, aunque "el 70% del plan original seguirá adelante".

Las estimaciones apuntan a que las obras de la primera fase, con una duración prevista de 36 meses, se iniciarán en primavera. Las ingenierías asturianas Duro Felguera, TSK e Imasa han suscrito un acuerdo vinculante para concurrir conjuntamente a la licitación para transformar la fábrica. Fertiberia nunca ha detallado el monto global de toda la inversión, aunque distintas fuentes apuntaron al entorno de los 250 millones de euros.

El esquema inicial planteado por la compañía consistía en una nueva instalación productora de ácido nítrico –elemento clave para la elaboración de fertilizantes– que, a su vez, se nutriera de amoniaco verde fabricado en la misma factoría utilizando hidrógeno renovable del consorcio empresarial Hydeal España, que prevé generarlo en electrolizadores situados al pie de parques solares de Castilla y León, y de Robla Hub, la planta que proyecta Naturgy y Enagás en León. Actualmente, la fábrica de Trasona recibe el amoniaco de la planta de Fertiberia en Huelva y de otros países.

Con una instalación de amoniaco verde en el propio complejo, la empresa recuperaría la producción de su propia materia prima en Asturias desde el cierre en 1987 de la planta que obtenía amoniaco en Valliniello (Avilés) a partir de gas de las baterías de la siderurgia. Además, la compañía preveía destinar el amoniaco a otros usos, como combustible de barcos adaptados para su consumo.

Al dejar en suspenso esta parte del proyecto descarbonizador, todo apunta a que la empresa deberá revaluar su objetivo de alcanzar las cero emisiones netas para 2035.

De algún modo, la decisión de Fertiberia se asemeja a la tomada por ArcelorMittal, que ha suspendido su inversión basada en el hidrógeno verde –la construcción de un horno de reducción directa de hierro que sustituya el horno alto A de la factoría de Veriña–, pero ha apostado por la acería eléctrica del complejo gijonés, donde invertirá 213 millones de euros.

Otras relevantes compañías asturianas tampoco han aceptado las subvenciones del PERTE de descarbonización industrial. Es el caso de Central Lechera Asturiana (Clas), que ha desechado los 2,52 millones concedidos para la instalación de una planta de biomasa en su complejo de Granda (Siero), y de Industrias Lácteas Asturianas (Ilas), conocida por la marca Reny Picot, que ha hecho lo propio respecto a su plan descarbonizador de su principal fábrica –situada en Anleo (Navia)–, para la que había recibido una ayuda de 4,7 millones.

Es en este contexo en el que se ha producido la marcha, a petición propia, del asturiano Luis Ángel Colunga como responsable del PERTE, un instrumento dotado con 3.100 millones de euros para ayudar a transformar el sector fabril español.

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