Sector financiero

¿Por qué el Sabadell vuelve a casa (después de) Navidad? ¿Afecta a la opa del BBVA?

El clima político, alejado de las convulsiones del 'procés'; y la reafirmación territorial ante la opa del BBVA, entre los motivos

Archivo - Edificio del Banco Sabadell, en San Cugat del Vallés, Barcelona, Catalunya (España).

Archivo - Edificio del Banco Sabadell, en San Cugat del Vallés, Barcelona, Catalunya (España). / EUROPA PRESS

Banc Sabadell ha decidido regresar a casa, aunque no es Navidad, como sucede con el anuncio de los turrones. Pero existen variables que facilitan esta decisión de volver a ubicar su sede social en Sabadell, la ciudad que le da el nombre; y que contrastan con los motivos que provocaron su mudanza a Alicante en 2017 por el referéndum independentista del 1-O y el 'procés' y que rompen con la tendencia que mantenía hasta hace poco de descartar el regreso.

Unas son de carácter político: ese clima de "normalidad" que esgrimen desde que el 'president' Salvador Illa, a quien desde el mundo empresarial se atribuye una buena parte de la desinflamación política de Catalunya desde que accedió a la presidencia de la Generalitat. Otros motivos tienen que ver con la oferta de compra (opa) con intenciones de fusión que tiene en marcha el BBVA sobre el Sabadell y a la que se opone no solo su consejo de administración sino todo el arco político, incluidos los gobiernos central y catalán, así como el mundo empresarial, económico y social catalán.

El Gobierno, de hecho, tiene importantes palancas para entorpecer, no la compra (opa) sino la integración posterior prevista mediante condiciones adicionales a las que eventualmente fije la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) para restarle sentido económico. Y también puede vetar la fusión, caso de que la opa tenga éxito, para restarle sinergias (ahorros), algo que está muy en sintonía con lo que defiende el propio Sabadell. Ante este nuevo paso, el BBVA se ha apresurado en asegurar que la decisión del Sabadell no afecta a las "bondades" que promueve su operación. Está por ver, en todo caso, si afectará a este proceso que está encallado en la CNMC, que lo ha llevado a una segunda fase que conlleva más tiempo de análisis.

Lo que es evidente es que el Sabadell con este paso logra reforzar su vinculación simbólica y arraigo (la principal sede operativa nunca dejó Sant Cugat del Vallès) con Catalunya y sus orígenes a finales del siglo XIX. La opa ha provocado un rechazo masivo de la clase política y la sociedad civil. Y eso refuerza los argumentos en contra de su absorción por el BBVA ya que Illa, que se opone a la operación, es del mismo signo político que el Gobierno central, que la ha rechazado públicamente por la concentración que provocará en territorios como Catalunya o la Comunitat Valenciana, así como por la reducción de la oferta para las pymes, que son uno de los pilares del banco catalán.

Más del 40% del capital en manos de pequeños accionistas

Algo más del 40% del capital de la entidad de origen vallesano está en manos de pequeños accionistas que, a su vez son en su gran mayoría clientes. Y luego hay inversores individuales como el inversor de origen mexicano, que a su vez es consejero del banco en representación de su participación, David Martínez Guzmán, con el 3,495%. Y otros son institucionales que, en algunos casos, tienen acciones en los dos bancos, como Blackrock (6,305% del Sabadell y el 6,680% en el BBVA), que podrán ser decisivos.

El presidente del BBVA, Carlos Torres Vila (d), y el presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu (i), durante la ceremonia de toma de posesión del nuevo gobernador del Banco de España, este martes.

El presidente del BBVA, Carlos Torres Vila (d), y el presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu (i), durante la ceremonia de toma de posesión del nuevo gobernador del Banco de España, este martes. / / Alberto Ortega - Europa Press

Desde el Sabadell han tratado de contener las posibles implicaciones negativas de su decisión en la Comunitat Valenciana. Sus políticos, al que algunas fuentes señalan como posibles filtradores de la noticia, se han opuesto frontalmente a la opa, al igual que los empresarios de la comunidad, pero su margen para entorpecer la operación es limitado. Es posible, en todo caso, que el cambio de sede pueda influir en los accionistas valencianos y alicantinos del Sabadell a la hora de acudir o no a la oferta. Pero probablemente tenga más peso cómo coticen los dos bancos implicados en ese momento: de momento el Sabadell acaba de pasar a valer más en bolsa de lo que ofrece BBVA.

El Gobierno valenciano, en cualquier caso, apuntó que su presidente, Carlos Mazón, había conversado con el presidente del Sabadell, Josep Oliu, y su consejero delegado, César González-Bueno. "Los directivos de la entidad han garantizado que ni la red de oficinas ni los puestos de trabajo en la Comunitat en absoluto están afectados por esta decisión", apuntaron desde el Ejecutivo autonómico.

Cambio de criterio

La decisión del banco catalán supone un cambio de criterio notable. El pasado abril, su presidente, Josep Oliu, descartó por enésima vez que la entidad pudiese retornar su sede social a Catalunya. El banquero, en esta línea, evitó comentar el pacto de investidura PSOE-Junts que incluía elaborar un plan que fomente el regreso de las empresas que se fueron: "Nosotros cumplimos escrupulosamente la ley de sociedades de capital y la seguiremos cumpliendo". Y también restó trascendencia a las entonces inminentes elecciones catalanas.

El movimiento de ahora supone un gran aval para Catalunya ya que se trata de la primera gran compañía del Ibex que ha decidido tomar el camino de vuelta y podría empujar a otras a seguirle. Hace unas semanas Molins, la cementera de la familia del mismo nombre, tomó una decisión similar y devolver su sede social a Sant Vicenç dels Horts (Baix Llobregat) tras 7 años en Madrid. Las miradas han girado rápidamente hacia CaixaBank, el otro gran banco catalán, pero este ha descartado seguir los pasos de su rival: "Respeto absoluto por las decisiones que toman otras entidades. Nuestra sede está en Valencia con carácter indefinido, no está bajo revisión".

El Sabadell fue la primera de las empresas del Ibex que tomó la decisión de dejar Catalunya en 2017 a raíz del 'procés'. Se había preparado para ello: en 2015 aprovechó un cambio legal del Gobierno de Rajoy para modificar sus estatutos y que la decisión la pudiera adoptar su consejo sin necesidad de llevarlo a la junta de accionistas. Ello le permitió aprobar la decisión muy rápidamente.

Los dos bancos catalanes dejaron su comunidad por un doble motivo. El principal era que estaban sufriendo fugas de depósitos y clientes contrarios al 'procés' o preocupados por sus implicaciones. El secundario, pero más relevante en caso de que se hubiera producido realmente la independencia, es que podrían haberse quedado fuera del amparo y las inyecciones de liquidez del Banco Central Europeo (BCE). El Sabadell optó por Alicante por tener allí la sede operativa de la extinta CAM, caja de ahorros que había absorbido unos años antes durante la crisis financiera.

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