El futuro de una actividad fabril clave para la región
Los motivos por los que la industria química asturiana, que factura 1.000 millones al año, está obligada a reformularse
El sector es uno de los más afectados por la descarbonización y la subida de los aranceles

La planta de Bayer en Langreo, donde se fabrica el principio activ o de Aspirina. | JUAN PLAZA
No tiene el peso del metal ni la épica de la minería, pero la industria química asturiana, nacida en el siglo XIX al calor del carbón, sigue siendo uno de los pilares de la actividad fabril de la región. Ahora está obligada a reformularse. Es una de las actividades más afectadas por la transición energética y su enfoque exportador la hace vulnerable a los nuevos vientos proteccionistas.
Mucho peso.
Según los últimos datos de la agencia pública regional Sekuens, el sector químico asturiano está formado por 79 empresas entre las que destacan multinacionales como Bayer, DuPont, Fertiberia, Corteva o Nippon Gases, junto con compañías locales con proyección fuera de Asturias como Química del Nalón, Chemastur, Asturquimia, Industrias Doy Manuel Morante... Estas empresas dan empleo directo a 2.375 trabajadores y suman una facturación de 1.096 millones de euros. La agencia pública Sekuens aglutina dentro de este sector las actividades clasificadas como industria química, fabricación de productos farmacéuticos y fabricación de productos de caucho y plástico. No obstante "es difícil" establecer una clasificación, señala José Mario Díaz, director coordinador de la Asociación y Clúster de Industrias Químicas y Procesos de Asturias (IQPA), que destaca, por ejemplo, la actividad química de compañías como ArcelorMittal y los vasos comunicantes con sectores como el del papel o el vidrio, con importantes pesos también en Asturias con compañías como Ence o Saint-Gobain.
Menos humos.
Lo que no admite discusión es que el gran reto de este sector que en Asturias nació ligado al carbón es, precisamente, su descarbonización. Con la regulación medioambiental europea, la supervivencia de la industria química pasa por dar el salto hacia las renovables, pero muchas compañías aún lo ven como un salto sin red porque supone enormes inversiones, aún existe mucha incertidumbre regulatoria, tecnológica y de viabilidad económica, y puede comprometer la competitividad de estas compañías que se mueven en mercados internacionales. Empresas como Fetiberia o Bayer han dado importantes pasos en la reducción de emisiones en Asturias, pero sus proyectos para alcanzar los máximos niveles de descarbonización están en el alero. Fertiberia, que prevé iniciar las obras de modernización de su planta de ácido nítrico en abril o mayo de este año, tiene dudas sobre su proyecto para fabricar en Corvera amoniaco verde a partir de hidrógeno renovable. Y algo similar ocurre con el proyecto de "Aspirina verde" de Bayer en Langreo, que pasa por la electrificación de los procesos para producir ácido acetilsalicílico –el principio activo de la Aspirina que fabrica para todo el mundo– sustituyendo gas por energías renovables. Otras compañías, como DuPont, ya tienen en marcha importantes inversiones. La multinacional química estadounidense se alió con la compañía energética francesa Engie parsa instalar en el valle de Tamón, en Carreño, un parque solar con más de 22.000 módulos fotovoltaicos para abastecer de energía verde a su fábrica de materiales de Asturias. Será uno de los mayores parques solares de autoconsumo de España, aportará el 25% de la energía que precisa la fábrica y su construcción está muy avanzada. "Esta primavera estará en funcionamiento", anunció María del Campo, responsable de Grandes Clientes de Engie España, durante unas recientes jornadas técnicas en Oviedo.
Más aranceles.
La industria química es unos de los principales sectores exportadores asturianos. Según datos de la Sociedad Asturiana de Estudios Económicos e Industriales (Sadei) sus ventas en el extranjero fueron de 268,86 millones de euros en 2023. Europa fue el principal destino de las exportaciones (180,36 millones) y en segundo lugar Estados Unidos y Canadá (40,08 millones). Norteamérica es clave para el sector y la nueva política arancelaria del Gobierno de Donald Trump puede tener consecuencias. Según un estudio que acaba de publicar CaixaBank Research y que firman las economistas Judit Montoriol y Anna Bahí, los productos químicos son una de las exportaciones españolas a Estados Unidos que más pueden verse afectadas porque "combinan bajos niveles arancelarios iniciales (por debajo del 10%) con una mayor exposición relativa al mercado estadounidense (importancia de ese mercado para las exportaciones del producto) lo que amplifica el impacto de cualquier incremento arancelario". Además, la política de Estados Unidos puede generar una ola proteccionista que se extienda a otros mercados próximos. Precisamente América Latina es el tercer destino en importancia de las exportaciones de productos químicos de Asturias (28,41 millones de euros).
Suscríbete para seguir leyendo
- Vuelve Fer: de luchar contra el cáncer y estar a punto de conseguir el bote de Pasapalabra a triunfar en el concurso más difícil de La 2
- La Seguridad Social avisa a los pensionistas: el pago cambia este mes y ya no será como en enero
- Si tienes este CD en casa te puedes llevar una alegría: vale tanto como un coche nuevo
- En Amazon surgió el amor: así se enamoraron tres parejas que trabajan en el centro de Siero
- El libro escrito por una madre que se lee ya en colegios y que explica a los niños el problema de abusar de las pantallas: 'En mi casa el móvil está prohibido
- Aumentan los accidentes con animales en Asturias: estos son los nueve puntos negros
- Espectacular operativo policial en Mieres: detenido un peligroso delincuente que se atrincheró en Vega de Arriba
- José Andrés, cocinero en el 'Elcano' antes que famoso chef
Una clínica de medicina estética de prestigio
