La UE ultima un plan para proteger el acero y desatascar las inversiones: así podría afectar a Asturias

La nueva "brújula de la competitividad" que elabora la Comisión incluye entre sus prioridades revitalizar la siderurgia, el sector químico y el de la defensa, tres pilares económicos de la región

Ursula von der Leyen.

Ursula von der Leyen. / Associated Press/LaPresse

Luis Gancedo

Luis Gancedo

La nueva hoja de ruta de la Comisión Europea para impulsar la competitividad y reducir la brecha que se agranda entre la UE y EE UU y China en asuntos capitales como la innovación y el desarrollo industrial incluye entre sus prioridades el diseño urgente de una estrategia para blindar el futuro de la siderurgia, acompañándola con nuevas ayudas y reformas legislativas. En el documento denominado "La Brújula de la Competitividad", presentado este miércoles, el Ejecutivo de Úrsula Von der Leyen se compromete a presentar en la primavera de este año un plan alineado con las demandas del sector del acero, liderado por ArcelorMittal, en materias como las inversiones en descarbonización, el precio de la energía o la defensa comercial de las fabricaciones.

El contenido y el despliegue de las políticas para restablecer el dinamismo tecnológico y fabril de la UE se presentan cruciales para Asturias, en la medida en que puedan contribuir a que Arcelor retome su principal proyecto de acero verde: la construcción de una planta de reducción directa de mineral de hierro (tecnología DRI), concebida para sustituir a los hornos altos y suspendida, al igual que otras previstas por la multinacional en Europa, ante las incertidumbres de costes, regulatorias y de mercado.

La Comisión, que fundamenta su propuesta en el llamado "Informe Draghi" -diagnóstico que plasmó cómo la UE se ha alejado de la vanguardia económica mundial- no enmienda sus ambiciosos objetivos ambientales (cero emisiones en 2050), pero corrige su rumbo en la medida en que reconoce la necesidad perentoria de acompañar más y mejor a la industria. "Los sectores con un uso intensivo de la energía, como el acero, los metales y los productos químicos, se encuentran entre los más vulnerables en esta fase de transición. Estas industrias son la columna vertebral del sistema manufacturero europeo, ya que producen determinados insumos vitales", diagnostica el texto. Y anuncia: "Para acompañar su transición, se presentarán planes de acción a medida para algunos de ellos (…), basados en un diálogo estrecho con las partes implicadas".

El compromiso con la siderurgia es particularmente explícito: "En la primavera de 2025, el Plan de Acción del Acero y los Metales propondrá medidas concretas para abordar las necesidades de inversión, el acceso a materiales primarios y secundarios, y el uso de instrumentos de defensa comercial". Sobre esto último se especifica que ese plan "definirá una solución a largo plazo para sustituir las medidas de salvaguardia actuales en vista del exceso de capacidad mundial". Esto es, las autoridades de Bruselas se muestran dispuestas a reforzar las políticas proteccionistas (aranceles, cupos…) en la dirección que está demandando la industria del acero ante la inundación del mercado con los excedentes de China, refractaria a acometer recortes en su sobredimensionada siderurgia.

Ayer mismo, la Comisión comunicó su negativa a retrasar la aplicación del conocido como arancel ambiental ("ajuste de carbono en frontera", para penalizar las importaciones de acero producido sin las exigencias ecológicas que tienen los fabricantes europeos). El eurodiputado asturiano del PSOE Jonás Fernández subrayó que tal decisión tumba una propuesta del PP e incluye el compromiso de estudiar su ampliación del arancel a otros sectores y productos. La determinación de mejorar las herramientas de defensa comercial llega además en un contexto global marcado por la entronización del hiperproteccionista Donald Trump en EE UU.

Otros planes

El calendario de trabajo que acompaña la documentación de "La Brújula de la Competitividad" da cuenta de la nueva relevancia que Bruselas da a la industria del acero y otras intensivas en consumos energéticos. La primera de las iniciativas que se activará es la denominada "Fábricas de Inteligencia Artificial", un programa para catapultar dentro de la UE el desarrollo de las tecnologías IA (mediante "gigafactorías" de innovación) y reconducir el atraso del continente en un sector cuyo liderazgo se están disputando estadounidenses y chinos. Inmediatamente detrás de la IA, figura la iniciativa llamada "Pacto Industrial Limpio y Plan de Acción para la Energía Asequible", del que forman parte el comentado plan para el sector del acero y otras fabricaciones metálicas (a presentar la próxima primavera), otro para la industria química (previsto antes de final de año) y otro para combatir "el problema de los precios elevados y volátiles de la energía para las empresas y los hogares europeos", demanda permanente también de las fábricas electrointensivas, con gran implantación en Asturias. Dentro del primer trimestre se pondrá en marcha también la elaboración de un "libro blanco sobre el futuro de la defensa europea". Uno de sus propósitos será procurar "un rápido crecimiento" de la industria armamentística.

¿Con qué recursos buscará Europa ese nuevo norte industrial y tecnológico? El documento no concreta cifras, habla tanto de inversión pública como de estimular la privada. Y anticipa un giro en futuros presupuestos comunitarios para "repensar" su estructura "en apoyo a las prioridades de la competitividad".

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