Coste de la vida

La caída del precio del aceite mantiene la inflación de los alimentos en el 1,8% pese al regreso del IVA

El artículo se abarata casi un 22% en enero según el INE, que corrige el dato de inflación global y lo sitúa en el 2,9% el mes pasado

Una mujer elige aceite en el supermercado, en una imagen de archivo

Una mujer elige aceite en el supermercado, en una imagen de archivo

Paula Clemente

Barcelona

La escalada desbocada del precio de la cesta de la compra parece definitivamente controlada. O eso se infiere de la última actualización del índice de precios de consumo (IPC). El indicador con el que cada mes el Instituto Nacional de Estadística (INE) mide el encarecimiento de la vida en España muestra que la inflación se situó en el 2,9% en enero (había estimado inicialmente un 3%), una décima más que en diciembre. En cambio, los alimentos y bebidas no alcohólicas han subido un 1,8% de media este enero en comparación con enero del año pasado, una tasa calcada de la del mes anterior.

Es exactamente el mismo porcentaje que se registró en diciembre, una décima mayor al de noviembre, una décima menor al de octubre y, de nuevo, el mismo dato que en setiembre, señal evidente de estabilidad. Si la cifra sorprende, viniendo de esta plana trayectoria, es porque este mes, la escena fiscal le iba en contra a este sector. Sin embargo, el aceite de oliva ha contrarrestado, esta vez, la tendencia.

Este 2025, el grupo de alimentos que aún gozaba de cierta rebaja de su IVA ha vuelto a la normalidad. Pan, leche, huevos, frutas o verduras vuelven a incorporar un gravamen del 4% y la pasta ha regresado a su tasa del 10% añadido habitual. De ahí que fueran esperables subidas en los importes de ventas.

Es lo que ha ocurrido, de hecho, con la electricidad. Cuando, hace unas semanas, el INE avanzó el dato de inflación de enero, explicó que el porcentaje subía especialmente por el encarecimiento de la electricidad y los carburantes. Según el dato pormenorizado publicado este viernes, la electricidad, el gas y otros combustibles del estilo están un 15,6% más caros ahora que hace un año, algo que el mercado atribuye a que el IVA de la luz haya pasado del 10% al 21%.

La cuestión es que la cesta de la compra no ha seguido esta senda esperada, y se mantiene estable pese a haber vuelto a su fiscalidad habitual. Y la explicación radica en el aceite de oliva.

Este producto, que llegó a registrar tasas de encarecimiento del 73% de un año a otro, y que ha más que duplicado su precio en relación con el panorama que había justo al salir de la pandemia de covid, lleva tres meses consecutivos abaratándose. Y haciéndolo cada vez más. En enero, el aceite de oliva costaba de media un 21,9% menos que el año previo, mayor descenso de una lista que solo registra caídas en diez de 50 alimentos. La única equiparable es la del azúcar, que roza el -15%. Con todo, no está claro si el porcentaje irá a más y más en los próximos meses, pues, en realidad, el año ha empezado con el aceite vendiéndose en origen algo más caro de lo que lo hacía a finales de 2024.

En el lado completamente opuesto al 'oro líquido', los productos que siguen al alza son el chocolate (está un 24,9% más caro que hace un año), los aceites que no son de oliva (+12,4%), el cacao (+12,2%), la carne de ovino y caprino (+9,2%) y la carne de vacuno (+8,6%).

Cuadro general

Sea como sea, en su análisis global, el INE no hace mención expresa a la cesta de la compra, de lo que se entiende que no es de los elementos que más está influyendo en que la inflación vuelva a ir al alza. Lo hace algo menos de lo calculado inicialmente (un 2,9%, en vez de un 3%), pero suma igualmente una décima y confirma que el coste de la vida se encarece por cuarto mes consecutivo en España.

De acuerdo con la nota de este organismo estadístico, los sectores que más influyen son el transporte (a raíz de la subida de precios de los carburantes y lubricantes para vehículos personales, que bajaban en enero de 2024) y de los gastos asociados a la vivienda, que suben un 7,9% y suman cinco décimas a la tasa de diciembre. "Este aumento fue debido, en su mayor parte, a la subida de los precios de la electricidad, mayor que en el mismo mes de 2024", precisa el INE.

La buena noticia vuelve a ser que si se quita la energía de la ecuación, la inflación mantiene su tendencia a la baja. Eso se ve mirando la inflación subyacente, la que calcula lo mismo sin incluir elementos que suelen ser más volátiles como los alimentos no elaborados o los productos energéticos. Esta se sitúa en el 2,4%, el mínimo marcado en noviembre y septiembre, y logrando reducir dos décimas la tasa de diciembre.

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