Buenas noticias para los mayores de 50 años: una sorpresa de más de 600 euros mensuales

Ante un panorama laboral donde los mayores de 50 años solo se enfrentan a múltiples barreras para acceder a los puestos de trabajo, como la preferencia en muchos de estos por perfiles más jóvenes y sin valorar otro tipo de habilidades o años de experiencia, las instituciones públicas han desarrollado dos nuevas ayudas.

Estas ayudas que alcanzan ganancias superiores a los 600 euros mensuales, pretenden ayudar a aliviar el posible sentimiento de ahogo económico durante la búsqueda de empleo. Dentro de estas prestaciones, una de las más destacadas es el subsidio para mayores de 52 años que, aunque no alcancen la edad establecida de jubilación, cuentan con demasiadas dificultades para establecerse en el mercado laboral.

El objetivo del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), es otorgar un ingreso mínimo mensual a este sector, que se complementa garantizando cotización a la Seguridad Social pensando en sus futuras pensiones.

La primera de estas será el Ingreso Mínimo Vital (IMV) para los mayores de 50 años. Su objetivo es prevenir situaciones de pobreza extrema y su solicitud puede ser hecha por personas que vivan solas o, por el contrario, unidades de convivencia; de tal forma que la cuantía de esta variará dependiendo del número de personas que forman parte del hogar. Para una sola persona la cuantía podrá superar los 650 euros mensuales y en unidades de convivencia con cinco miembros o más alcanzarán hasta los 1449,39 euros.

Podrá contarse incluso con un incremento de la ayuda en casos de familiares con una discapacidad igual o superior al 65% o de familias monoparentales. La presencia de menores en el hogar permitirá complementar el IMV con el CAPI (Complemento de Ayuda para la Infancia) por cada uno de estos, elevando significativamente en el ingreso.

Todo esto fomenta una cierta estabilidad durante la búsqueda de empleo del solicitante o hasta que mejoren las condiciones económicas de este.

En la segunda de las nuevas ayudas, para poder acceder a estas se deberán cumplir una serie de requisitos. Además de ser necesario tener cumplidos los 52 años en el momento de la solicitud pertinente, se exige estar en una situación de desempleo absoluto o con un trabajo a tiempo parcial e inscrito como demandante de empleo. Como segundo requisito, es necesario haber cotizado al menos seis años en la vida laboral del solicitante y cumplir con las condiciones necesarias para una pensión contributiva de jubilación (excepto la edad).

El subsidio asegura 480 euros mensuales, equivalente al 80% del IPREM e inferior a los 600 euros, pero cotizando el Estado por el beneficiario un 125% de la base mínima de cotización vigente (actualmente situada en 1381,33 euros). De forma que la base sobre la que se cotizará ascenderá a 1726,66 euros al mes, siendo un claro favorecimiento para una futura pensión.

Este subsidio no tiene un límite de tiempo, sino que mientras se sigan cumpliendo los requisitos oportunos se podrá acceder a ella.

Estas ayudas son una respuesta directa a la discriminación por edad en el panorama laboral, favoreciendo que trabajadores especializados puedan seguir con su carrera en un ambiente con igualdad de condiciones.