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Aena logra el 'sí' de la Generalitat de Cataluña a ampliar el aeropuerto de Barcelona cuatro años después

La propuesta del Govern de Salvador Illa sentencia que la tercera pista se alarga, menos de lo que el gestor aeroportuario pedía, y se compensará la pérdida de biodiversidad de la Ricarda

Un avión despega sobrevolando la zona de la Ricarda en la desembocadura del Llobregat

Un avión despega sobrevolando la zona de la Ricarda en la desembocadura del Llobregat / JORDI COTRINA

Cristina Buesa

Barcelona

Cuatro años después, Aena ya tiene el visto bueno de la Generalitat de Cataluña para afrontar la ampliación del aeropuerto de El Prat. Cuatro años en los que el debate se ha polarizado entre quienes apostaban incondicionalmente por el crecimiento de la infraestructura, que debería favorecer el aumento de vuelos intercontinentales en Barcelona y, por otra parte, quienes rechazaban el proyecto básicamente por razones ambientales. A medio camino, el veredicto del Govern que, como hace tiempo decidió el comité de expertos designado para este fin, sentencia que la tercera pista sí se alarga (menos de lo que pedía en 2021 el gestor aeroportuario), se compensará la pérdida de biodiversidad de La Ricarda y se harán cambios en la gobernanza del aeródromo barcelonés.

Solo una vez, en agosto de 2021, el presidente de Aena, Maurici Lucena, había estado tan cerca del ‘sí, quiero’ del Gobierno catalán. Pero las tensiones entre Junts y ERC, en aquel momento compartiendo Consell Executiu con Pere Aragonès al frente y Jordi Puigneró de vicepresidente, se cargaron la propuesta, aunque no distaba demasiado de la que ahora avala Salvador Illa. De hecho, alguno de los expertos aeroportuarios de la comisión se ha mantenido en ese órgano consultivo durante todos estos años.

Avión despegando desde la tercera pista del aeropuerto de El Prat

Avión despegando desde la tercera pista del aeropuerto de El Prat / Ferran Nadeu

A partir de ese momento, la idea de ampliación quedó en un cajón de la Conselleria de Territori y, mientras, estalló el debate público no solo entre partidos políticos sino entre entidades de todo pelaje. Algunas con mayor recorrido e impacto mediático, como la creada por la patronal catalana, Foment del Treball, que estuvo más de un año para compilar las iniciativas, más o menos creativas, más o menos trabajadas, y trasladarlas luego a los dirigentes gubernamentales. Probablemente, fueron los más activos ante la opinión pública (este lunes se apresuraron a valorar la propuesta aun sin conocerla de primera mano) y acabaron optando por una prolongación de la tercera pista con pilones que atravesaran el humedal de La Ricarda. Eso ya era octubre del 2023, seguían pasando los meses.  

La solución constructiva, entre las que hubo también la capitaneada por Joaquim Coelho y un grupo de ingenieros que abogaba por una pista sobre el mar, necesitaba, de todos modos, el consenso de las instituciones. Con un Govern en minoría en la Generalitat y precisamente con proyectos de infraestructuras en el centro del debate (el propio aeropuerto pero también el proyecto de Hard Rock en Tarragona o el cuarto cinturón del Vallès), el president Aragonès convoca elecciones en mayo del 2024 y las pierde.

Sobrevolar zonas residenciales

Pero, justo antes de marcharse, los republicanos plantean que El Prat no puede permitirse perder la biodiversidad de la zona y que su anhelado despegue como aeropuerto intercontinental debía producirse con otros cambios en la organización de los vuelos (despegues y aterrizajes sobre las zonas residenciales de Gavà Mar y Castelldefels, una idea poco popular para estos municipios) y también en la gobernanza y priorización de aeropuertos como el de Girona y Reus.

Este último elemento, el de la reorganización del espacio aeroportuario en Catalunya, es uno de los aspectos que ha facilitado el sí de ERC a la propuesta del actual gobierno de Salvador Illa. En estos cuatro años, Aena ha afrontado el debate desde los argumentos técnicos, también desde la presión a las autoridades y entidades relevantes catalanas, optando finalmente por quedarse en un segundo plano y esperar, esperar pacientemente.

Aviones en la pista de despegue 25L , la que se pretende ampliar por la zona de la Ricarda, área protegida del Parc Natural del Delta del Llobregat , vistos desde el mirador de l’Illa

Aviones en la pista de despegue 25L , la que se pretende ampliar por la zona de la Ricarda, área protegida del Parc Natural del Delta del Llobregat , vistos desde el mirador de l’Illa / Ferran Nadeu

Hasta el 2034

Ese aguante es el que ahora le da los resultados esperados. El gestor aeroportuario es una empresa cotizada, que sufraga todas las obras que afronta gracias a lo que recauda de las compañías aéreas. La ampliación de El Prat (con la terminal satélite incluida) tiene un presupuesto estimado de 1.700 millones de euros que, tras sumar las compensaciones ambientales que ahora ha acordado con el Govern, podría ser superior. No obstante, esta inversión debe incorporarse en el próximo Documento de Regulación Aeroportuaria (DORA III), que incluirá la expansión de los aeropuertos principales del Estado, y que se prevé aprobar durante la segunda mitad del 2026.

Hasta que el DORA III no esté aprobado, no se establecerá un calendario de arranque de los trabajos y, según ha revelado el presidente de Aena, Maurici Lucena, la controvertida, debatida, discutida ampliación del aeropuerto de Barcelona no estaría lista hasta el 2034, dentro de casi una década.

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