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Emprendimiento

Tiendas salidas del mar

Grupo GP, compañía dedicada al diseño de espacios y la comunicación visual, recicla contenedores de transporte marítimo para transformarlos en comercios móviles

Un contenedor convertido en tienda por la firma ilicitana. ANTONIO AMORÓS

Todo empezó hace 30 años, cuando un emprendedor llamado Juan Antonio Camina  montó en Elche un pequeño taller de serigrafía enfocado a la publicidad. Ese fue el embrión de lo que hoy en día es el Grupo GP, compañía centrada en el campo de la comunicación visual y el diseño de espacios, que trabaja para marcas comerciales tan consolidadas como Leroy Merlin, Ikea o Sprinter, entre otras muchas. Su última apuesta, en lo que supone un producto totalmente novedoso e íntimamente ligado a la sostenibilidad y el reciclaje, es la utilización de contenedores de transporte marítimo para transformarlos en modernas y efímeras tiendas móviles.

Juan Antonio Camina, que en la actualidad es el gerente de la empresa, tenía 18 años cuando puso en marcha la serigrafía. "Al principio, era un taller modesto muy centrado en el sector publicitario, pero poco a poco, y a medida que crecía el negocio, fuimos introduciendo nuevas áreas hasta llegar a lo que somos en la actualidad, cuando nos dedicamos a la ambientación de espacios comerciales de todo tipo, desde la alimentación a la ropa, pasando por calzado, bicicletas, gafas o cualquier tipo de productos que nos propongan nuestros clientes", recuerda.

Fue un proceso en el que, junto a su hermano Alberto, actual director y responsable comercial, fueron de menos a más. "Tenemos claro que para progresar hay que invertir mucho en investigación, innovación y desarrollo. Nuestra filosofía pasa por hacer prospecciones de mercado, ver lo que se está demandando y a partir de ahí ofrecer propuestas, todo ello estando también totalmente al día en lo que respecta a maquinaria de última generación", enfatiza el responsable de la empresa.

Camina incide en la forma de trabajar de la empresa, y subraya que "el objetivo que perseguimos es generar una necesidad. Convencer de que lo que ofertamos es lo que nuestros clientes necesitan, y que quieran trabajar con nosotros por nuestra profesionalidad y las garantías que ofrecemos en cuanto a la calidad de nuestros productos y también el servicio".

El gerente del Grupo GP destaca que el diseño de espacios ha evolucionado mucho, y que en estos momentos lo que se busca es "ofrecer una experiencia a los compradores. Igual en la primera ocasión no adquieren nada, pero luego regresan, porque lo que intentamos siempre es que se sientan a gusto, que tengan facilidad para encontrar los artículos que buscan a través de unas buenas señalizaciones y una correcta presentación. Todo ello generando un impacto visual que les incentive, y con colores limpios y atractivos".

Para Camina, todos estos ingredientes son necesarios en un contexto en el que "el mercado online no sólo va a más, sino que se ha acelerado de una manera muy intensa a raíz de la pandemia. La gente quiere perder cada vez menos tiempo a la hora de comprar, pero sí lo tiene para vivir una experiencia, que es lo que nosotros tratamos de ofrecer. Todavía estamos a tiempo de mantener un estado de socialización".

Para diseñar y habilitar los espacios comerciales, la compañía ha tenido que incorporar una amplia gama de oficios, como son la metalurgia, la carpintería, la inyección y transformación de plásticos, la serigrafía, el troquelado, el tratamiento de papel y cartón, la gigantografía, el montaje, el diseño y la ingeniería. "Nosotros lo denominamos operación 360 grados. Es decir, lo elaboramos todo desde el principio hasta el final, para que nuestros clientes tengan todos los servicios y no se tengan que preocupar de nada".

El último producto que está ofreciendo el Grupo GP, totalmente innovador, es el denominado "Pop Up Store". Según explica Juan Antonio Camina, se trata de reciclar contenedores de transporte marítimo que han quedado en desuso para transformarlos en tiendas móviles y efímeras. "Las marcas -destaca- buscan constantemente nuevas formas de resultar atractivas para sus consumidores y, por ello, surge este proyecto. Se trata de espacios efímeros que se pueden ubicar en lugares estratégicos, como playas, o en eventos, en los que estas marcas se posicionan por un determinado periodo de tiempo, creando de forma única e irrepetible un lugar nuevo y exclusivo con un carácter especial que resulte muy atractivo para los consumidores".

La idea, añade el gerente, tiene su base "en las experiencias llevadas a cabo en algunos países nórdicos, que utilizan este tipo de contenedores a modo de viviendas. Nosotros decidimos llevarlo a nuestro terreno, teniendo en cuenta todas las ventajas que aporta, en un momento en que la sostenibilidad y la economía circular son más necesarias que nunca. Reutilizamos los contenedores de forma ecológica, son fáciles de transportar y se pueden ubicar en cualquier punto, cuentan con una gran resistencia y pueden soportar altas cargas. Además, resultan ideales para todo tipo de espacios, siendo totalmente modulares y pudiendo unirlos o colocarlos unos sobre otros".

El grupo cuenta en Elche con un centro de producción de 6.500 metros cuadrados en el que se insertan los diferentes talleres, así como un centro logístico de 2.500 metros cuadrados destinado a materias primas y producto terminado. También disponen de una fábrica en Portugal. Los mercados con los que trabaja la empresa son precisamente España y Portugal, además de Italia, lugares en los que ofrece idénticos servicios.

Juan Antonio Camina resalta que han podido capear de manera airosa la crisis provocada por el coronavirus. "Si bien es cierto que la actividad en el comercio se ha reducido como consecuencia de las restricciones, nosotros hemos podido reorientar nuestros procesos productivos hacia otras necesidades ligadas íntimamente a la pandemia, como son las pantallas de protección individual o incluso gafas antisalpicaduras"», resalta en este sentido.

Esta forma de reinventar la empresa, añade, tuvo como resultado que "no tuviésemos que despedir a ninguno de nuestros 60 empleados. De hecho, tenemos una política de personal muy centrada en la formación, de manera que contamos con trabajadores especialistas en determinadas áreas, que a la vez son auxiliares en otras. De este modo, nos podemos adaptar a las necesidades de producción que se dan en cada momento, sin tener que renunciar a nadie ni abordar contrataciones para momentos puntuales".

El problema añadido al que se están enfrentando ahora es al encarecimiento de las materias primas. Camina subraya que «el coste de algunos de los productos que utilizamos han subido una brutalidad, especialmente el metal, que se ha incrementado más de un 40%", lamenta. En el caso concreto del grupo GP, añade el gerente, "hemos podido capear de momento el temporal gracias a que contábamos con bastante stock. Sin embargo, a partir de ahora no nos va a quedar otra que ir aplicando una subida gradual a nuestros productos, para no perder dinero ni que impacte demasiado en los clientes".

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