Whatsapp es la red social por antonomasia, y la de nuestros hijos e hijas también. El uso que hacen de ella y de otras apps como Instagram nos preocupa: si hablan con desconocidos, cuánto tiempo lo usan, cómo puede afectarles a su autoestima…

Debemos proteger a nuestros hijos de los peligros que tienen las redes sociales como Whatsapp, pero a su vez debemos dejar que ellos tengan su privacidad e intimidad. Para ello, cuando son pequeños y no son plenamente conscientes de sus acciones en Internet, existen recursos como el control parental que nos permiten establecer límites a su uso. Pero si a esta herramienta no la acompaña una educación digital, nuestros hijos no serán capaces de tener una relación sana con la tecnología y las redes sociales.

Shutterstock

Qué es el control parental

El control parental es una herramienta que se puede implementar en diferentes dispositivos electrónicos y aplicaciones y que restringe ciertos contenidos y limita el tiempo de su uso. Un instrumento que se debe entender como una forma de supervisión de nuestros hijos, y no como una forma de prohibición y de espionaje hacia lo que hacen en las redes. Como dice Alba Alonso, fundadora de Realkiddys, “espiar no solo no es efectivo, sino que es ilegal. Sin embargo, supervisar es algo necesario, por no decir obligatorio. ¿O acaso no supervisamos sus compañías, sus viajes, sus fiestas o los lugares que frecuentan?”.

La vigilancia y el espionaje a nuestros hijos nos convierte, como bien nos cuenta Eva Millet en esta ponencia, en unos padres sobreprotectores. Queremos evitarles todo tipo de peligros y por eso nos pasamos de la raya y nos inmiscuimos en su privacidad. En los marketplaces de iOs y Android existen apps que permiten tener un completo control remoto del móvil de nuestros hijos y por ende, de su Whatsapp y de todo lo que escriben. Nunca debemos recurrir a este tipo de aplicaciones que violan completamente su privacidad porque, por una parte, estaremos traicionando a nuestros hijos y, por otra parte, en el momento en el que se enteren, su confianza en nosotros se verá mermada.

Sin embargo, un control parental basado en un pacto con nuestro hijo, en límites y en educación digital será efectivo tanto para su seguridad como su confianza en nosotros.

Control parental en Whatsapp

A pesar de que hay aplicaciones y redes sociales concretas que ya incorporan un control parental como Youtube con Youtube for Kids o Tik Tok mediante la sincronización familiar, Whatsapp no tiene ninguna herramienta para ello. Pero podemos buscar alternativas para poder supervisar el uso que hacen nuestros hijos de esta app de mensajería y protegerles de los peligros que puede haber.

Establecer conjuntamente un límite de tiempo

Podemos establecer un pacto con nuestros hijos e hijas sobre el tiempo de uso de esta app. Es recomendable seguir las indicaciones que señalan desde Unicef: los bebés de hasta 18 meses no deben exponerse a las pantallas; de 2 a 5 años, como máximo deben estar entre 30-60 minutos; de 5 a 12 años, máximo hora y media; y cuando son adolescentes debemos acompañarles en su uso.

Pacto para establecer una contraseña

Dentro de este pacto, podemos incluir la opción de abrir la app solo mediante una huella dactilar, y esta huella debe ser la de los padres y madres. Así, aunque ellos tengan el móvil, no podrán usarlo a menos que nos pidan permiso y les pongamos nuestra huella. Para activar esta opción, debemos ir a Ajustes>Cuenta>Privacidad> activar Bloqueo con huella dactilar.

Foto de perfil e información solo visible a contactos

Asimismo, para proteger a nuestros hijos de los peligros de esta red, podemos restringir quien puede ver su foto de perfil, su información o su estado. Para ello, debemos ir a Ajustes>Cuenta>Privacidad>pinchar en las opciones “Foto de perfil”, “Info”, “Estados”> y hacer click en “Mis contactos”. De esta forma, una persona desconocida que les escriba, no tendrá acceso a ninguno de estos datos a menos que nuestros hijos les agreguen como contactos.

Educación en redes desde la infancia temprana

El mayor control parental que pueden tener nuestros hijos es haberles proporcionado desde que son pequeños pautas y enseñanzas sobre Internet y las redes sociales.

Como padres y madres debemos conocer las redes sociales en las que están nuestros hijos y los peligros que pueden encontrarse, por ejemplo, en Whatsapp. Para que en el momento de preguntarles por con quiénes hablan o qué hacen en las horas que tienen el móvil a su disposición, no tengan vergüenza de contárnoslo. Asimismo, en el caso de recibir mensajes inapropiados o de personas desconocidas, puedan comunicárnoslo sin miedo.

Esta supervisión no debería comenzar en la adolescencia, ni siquiera en la pre-adolescencia, sino en la primera infancia. Aun cuando todavía no tengan su propio móvil, el uso que nosotros le permitimos del nuestro ya está marcando muchos hábitos y límites”, señala Alonso. Si nuestros hijos son adolescentes y queremos poner límites a su uso del móvil o de otras pantallas, vamos a encontrar más resistencia a aceptar ciertas condiciones si no les hemos educado en un uso responsable desde pequeños.

Consejos para usar Whatsapp

Estas cuatro indicaciones pueden venirles bien en su uso del Whatsapp.

  • No se debe dar el número de teléfono a desconocidos.
  • En el caso de que les hable una persona desconocida y se encuentren incómodos, acudir a sus padres y enseñarles la conversación.
  • En caso de que una persona conocida les esté obligando a algo, acudir a los padres y enseñarles la conversación.
  • Pueden usar las herramientas de reportar y bloquear cuando contactan con ellos gente desconocida.

Ningún control parental será efectivo sino va acompañado de una educación digital que les permita ver los inconvenientes y ventajas de toda red social.