El pasado miércoles tuvo lugar en el Congreso de los Diputados la investidura fallida de Mariano Rajoy como Presidente del Gobierno. Tal y como estaba previsto, Rajoy recibió el voto afirmativo de 170 diputados (los del PP, Ciudadanos, Coalición Canaria, UPN y Foro), mientras que su candidatura fue rechazada por 180 escaños (los del resto de partidos). Idéntico resultado al de la votación de este viernes, su segundo y fallido intento.

La situación de bloqueo se prolonga desde entonces, y parece abocar ahora a España a unas terceras elecciones si no hay cambios radicales.

Investidura fallida de Rajoy

Investidura fallida de Rajoy

Se trata de la segunda de la etapa democrática después de la protagonizada el pasado mes de marzo por el líder del PSOE, Pedro Sánchez, tras las elecciones del 20 de diciembre.

Este viernes 2 de septiembre se ha llevado a cabo la segunda sesión de investidura de Mariano Rajoy y no se han producido sopresas. Con 180 votos en contra y 170 a favor, Rajoy no ha logrado ser reelegido Presidente del Gobierno. Ahora es el turno del Rey que tendrá que decidir los pasos a dar.

Haciendo cuentas, esta falta de acuerdo entre los partidos políticos hace que nuestro país lleve ya 255 días sin un Gobierno estable. Todo esto, como resultado de un parlamento donde no existe una mayoría holgada y con varios partidos con una alta representación, un panorama sin precedentes en la Cámara Baja. Sin embargo, esta situación no es única en Europa e incluso a día de hoy hay países vecinos que se encuentran en la misma situación.

Irlanda

En Irlanda, los resultados en las elecciones de 2016 modificaron mucho el Parlamento en comparación con los resultados obtenidos en 2011. Los partidos clásicos fueron los grandes perjudicados de manera que el Partido Laborista llegó a perder un 66% de los votos y el Fine Gael (partido conservador) perdió un 29% aunque se mantuvo como el partido más votado.

El gran beneficiado fue el Fianna Fáil, nacionalista y también conservador e integrado a nivel europeo en el Grupo de la Alianza de los Liberales y Demócratas por Europa, al que pertenecen partidos españoles como Ciudadanos, PNV o Convergencia. Este partido pasó en 2011 de ser la tercera fuerza política a casi ser el partido más votado en 2016, a solo un 1% de distancia de la primera fuerza, el FG. Otro de los beneficiados fue Sinn Féin, el brazo político del extinto Ejército Republicano Irlandés (IRA) y que consiguió ponerse por delante, y a mucha distancia, del Partido Laborista.

Tras los comicios celebrados el pasado 26 de febrero, los dos partidos más votados, Fine Gael y Fianna Fáil empezaron una etapa de negociaciones que se prolongó durante más de dos meses. A finales de abril, el partido conservador Fine Gael alcanzó un acuerdo con el centrista Fail para gobernar en minoría.

Finalmente, el pasado 6 de mayo, el conservador Enda Kenny fue reelegido primer ministro de Irlanda por el Parlamento. Kenny, del partido Fine Gael, fue elegido por 59 votos a favor y 49 en contra en la cuarta sesión de investidura desde las elecciones del 26 de febrero, zanjada con el apoyo de varios diputados independientes y la abstención de los diputados del partido Fianna Fail. Fine Gael, que tiene 50 de los 158 escaños de la Cámara baja, empezó su Gobierno en minoría con el apoyo de algunos independientes, sabiendo que no le quedaría más remedio que negociar sus medidas con otras fuerzas parlamentarias.

Bélgica

Bélgica tiene el récord de haber estado 541 días sin Gobierno tras las elecciones de 2010 en las que siete partidos consiguieron entre diez y treinta escaños en la Cámara de Representantes. Esta división la encabezó la Nueva Alianza Flamenca, de centro-derecha, con 27 asientos, seguido del Partido Socialista con 26 y el Movimiento Reformador (liberal) con 18; en total, doce partidos con representación en los 150 asientos de la Cámara Baja belga, la mitad de los que tiene el Congreso de los Diputados español.

El 6 de diciembre de 2011 la situación se desbloqueó cuando el socialista Elio di Rupo consiguió formar un Gobierno con plenos poderes, tras un acuerdo global de Gobierno alcanzado junto a otros cinco partidos de ideología liberal y democristiana. Llama la atención que a pesar de la falta de gobierno durante casi año y medio mejoraron varios aspectos económicos del país como el PIB, el desempleo, el déficit y el salario mínimo.

En mayo de 2014 se volvieron a celebrar elecciones y esta vez fueron seis los partidos que consiguieron entre diez y treinta y cinco escaños, siendo la Nueva Alianza Flamenca la fuerza más votada consiguiendo 33 asientos y el 20,3% de los votos. Sin embargo, fue el líder del Movimiento Reformador, Charles Michel, cuyo partido quedó tercero, el que se hizo con la presidencia gracias a una coalición junto a otros tres partidos de centro-derecha.

Italia

En las elecciones generales de Italia en febrero de 2013, la coalición de centro-izquierda liderada por Pier Luigi Bersani ganó los comicios con un 29,5% de los votos, seguido muy de cerca por la coalición de centro-derecha encabezada por Silvio Berlusconi que obtuvo apenas 100.000 votos menos y un 29,1% de los votos. Por detrás, el euroescéptico Movimiento 5 Estrellas tuvo el 25,5% y Con Monti por Italia, coalición de centro, obtuvo el 10,5% de los votos.

Bersani necesitaba el apoyo de Berlusconi o del Movimiento 5 Estrellas para poder gobernar. Ambas opciones fueron rechazadas por la coalición de centro-izquierda desde un principio y Bersani acabó dimitiendo como secretario general del Partido Democrático al igual que Enrico Letta, que era vicesecretario general del partido.

Dos meses después de los comicios, Letta fue invitado a formar Gobierno por el Presidente de la República, Giorgio Napolitano, y consiguió hacerse con el apoyo del partido de Berlusconi y de Monti. En febrero de 2014 Letta dimitió de su cargo debido al descontento que había en su propio partido y a la inestabilidad presente en Italia para ser sustituido, sin pasar por las urnas, por Matteo Renzi.