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Menuda papeleta

Monologuistas de la política, no gracias

Monologuistas de la política, no gracias

Que sí, nos toca vivir en la sociedad más etérea, donde el clic del ratón y los mensajes en menos de 140 carácteres cotizan al alza. ¿Pero ya vale, no? Lo que no cuela es que los candidatos a presidir este país, a tomar decisiones que nos afecta a todos y representar a España en las más nobles instituciones vayan de graciosillos y destaquen por chascarrillos aplaudibles en el Club de la Comedia pero impropios de alguien que aspira a ser líder de algo más que su comunidad de vecinos. La campaña electoral se hace larga, a veces eterna... Da la impresión de que este país lleva demasiado tiempo en mítin permanente: que si elecciones generales, que si repetición de generales, que si catalanas, que si andaluzas... Y por si fuera poco, ahora se solapan dos nuevas campañas. Menudo atracón. Pero si encima empiezan a brotar las simplezas de listillos, entonces apaga y vámonos. Porque resulta que el 28 de abril este país busca un presidente sólido y capaz antes que un monologuista de la política. Con semejante percal cómo no va ser cada vez mayor el porcentaje de votantes indecisos a este y al otro lado del Huerna. Dicen que muchos toman la decisión en el último instante como si de un mal menor se tratara. Mejor no forzar malos chistes porque el día después del 28-A se le pueden atragantar a alguno.

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