En la Feria del Salmón de Cornellana, en la mañana radiante que dio la salida a la temporada de pesca del salmón, el anzuelo al votante indeciso eligió como cebo la defensa de la "riqueza" que le viene a Asturias de los ríos. La candidata número uno de la lista al Congreso por la coalición PP-Foro, Paloma Gázquez, miraba a su alrededor y además de celebrar que el "campanu" lo pescó "un amigo", Fernando López Castro, festejaba "lo que mueve" la pesca. Añadió a la ecuación la caza y aseguró que "hay que llegar más allá por la caza y la pesca. Es una pena que haya grupos políticos que desprecian esta riqueza vital para nuestra economía". El salmón es algo que "todos llevamos muy dentro", subrayó la aspirante popular, "y el PP apuesta hasta en su programa por este recurso que tenemos que potenciar, que mueve hostelería, hotelería, público, comercio?"

Mientras tanto, en la Casa de la Cultura de La Felguera, el número dos de su lista, el forista Isidro Martínez Oblanca, desvió su discurso hacia el empleo y el mensaje a la certeza de que "España no puede permitirse un manirroto como Pedro Sánchez que, al igual que hizo José Luis Rodríguez Zapatero, arruine el mercado laboral, porque también pondría en peligro el sistema público de pensiones". En Asturias, remarcó, esta cuestión ha pasado de "prioridad" a "gran necesidad, porque somos el 'farolillo rojo" en la tasa de población activa, los colistas, los últimos de la fila entre los españoles que trabajan o buscan trabajo", aseguró.

Saltando a otro desafío esencial del futuro de Asturias, el aspirante a revalidar el escaño de Foro en la Cámara Baja defendió los apellidos que el programa electoral de la coalición le pone a la transición energética -"bien estudiada, meditada, consensuada con los agentes implicados"- y reprochó al "PSOE de Pedro Sánchez y Adrián Barbón" su pretensión de ser "los campeones del ecologismo radical y fundamentalista". Martínez Oblanca lamentó que ya hayan logrado "que los españoles paguemos uno de los recibos de la luz más altos de la UE" y, aprovechando que peroraba en el corazón de las comarcas mineras, cargó contra "la política energética exprés del puntillazo a la minería, del cerrojazo a las centrales térmicas de generación eléctrica y de la renuncia a la soberanía energética como secuela de desperdiciar el único combustible fósil autóctono que tenemos en España".

A Pedro Leal, vicesecretario de Foro y diputado autonómico de la formación, no le pasó desapercibido el acto multitudinario de Vox, que el viernes abrió campaña en Oviedo con su discurso recentralizador favorable a la supresión de los parlamentos autonómicos. "Los problemas que pueda tener una institución", reseñó Leal, "se afrontan resolviéndolos, no eliminándolas", y el partido conservador tiene su propia idea de cómo. De un lado, su receta para el Estado sugiere "mantener el sistema bicameral, pero con menos diputados y menos senadores, reduciendo los primeros en cincuenta para dejarlos en 300, y suprimiendo un senador por provincia". A este lado del sistema, "frente a quienes plantean eliminar la Junta General del Principado, nosotros ofrecemos regenerarla y reducirla de los 45 diputados actuales a 35". Rescataba así una vieja propuesta del centro derecha asturiano, que se ha mostrado favorable desde hace algunas legislaturas a rebajar el parlamento autonómico al mínimo que marca el Estatuto de Autonomía, aunque también ha habido ocasiones en las que el desacuerdo entre las fuerzas ideológicamente afines sobre la forma de conseguirlo ha frustrado las mayorías necesarias para sacar adelante sus planteamientos.