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¿Qué hay de lo mío?

"Pese a que somos el motor que mantiene el país, nos machacan", claman los hosteleros

Los autónomos del sector reclaman una mayor cobertura en caso de cese de actividad, incapacidad temporal o baja por accidente laboral

David Sánchez, en la barra de su bar. CRISTINA CORTE

Los autónomos de la hostelería coinciden en una afirmación: en campaña electoral todos los políticos compiten en promesas de mejora para el sector que después no cumplen. "Pese a que somos el motor que mantiene el país, nos machacan", resumía ayer Liliana Barro, que desde hace diecisiete años regenta la pensión-restaurante La Posada de Barro, en el centro de Infiesto. Y pone un ejemplo: "A los dos días de dar a luz ya estaba trabajando porque la normativa no contempla el acceso a un sustituto". A esto suma también "unos gastos de recibos de luz o por poner terraza que crecen cada día de forma desproporcionada".

Al igual que ella, son muchos los trabajadores por cuenta propia que reclaman una mayor cobertura en caso de cese de actividad, incapacidad temporal y baja por accidente de laboral. Como Víctor Fernández, propietario desde hace una década del café-bar musical Fresh de Infiesto, que también echa en falta una cuota mensual de autónomos progresiva, adaptada al porcentaje de las ventas que se registren en el trimestre. "En otros países del entorno europeo el pago es anual o la cuota mensual es más justa, así que yo pediría a los políticos que bajaran la nuestra", resume.

En la misma línea se expresa Víctor Redondo, de la cervecería La Traviesa de Infiesto. "La cuota es un abuso y encima nos la han subido este año cinco euros al mes. Es una vergüenza las trabas que nos ponen cuando el país sale adelante gracias a nosotros", se queja. Por ello, propone que al menos para los negocios rurales la tasa mínima a pagar sea inferior a la de zonas urbanas como Gijón u Oviedo. "Sería un revulsivo para frenar la despoblación en los núcleos rurales y que se genere en ellos más actividad. No es justo que cobren lo mismo al dueño de una cafetería de la capital, donde entra al día mucha más clientela", argumenta.

Dar facilidades burocráticas y fiscales es una de las peticiones de David Sánchez, que desde hace cinco años está al frente de la cafetería Ramsés de Infiesto, con cuatro empleados a su cargo. "Me gustaría que dieran más facilidades para contratar gente. Yo no meto a más personal porque me sacan de módulos", explica. También carga contra los elevados impuestos que gravan las bebidas alcohólicas y el tabaco. Y concluye: "Los autónomos estamos desprotegidos en comparación con los trabajadores que están en el Régimen General de la Seguridad Social".

Lo que más preocupa a hosteleros como Valentín del Valle, de la sidrería piloñesa Siglo XX, es "el aumento desproporcionado y sin control de la factura de la luz, que creció una burrada en poco tiempo y supone un gasto excesivo difícil de asumir". Por eso urge a los políticos de turno que pongan en marcha una política de control energético para frenar las subidas o, al menos, que estas se ejecuten de manera "lo más proporcionada posible porque está en juego la supervivencia".

Los trabajadores del ramo se plantean además la posibilidad de quedarse en casa y no votar para mostrar su malestar por el "desinterés político" para solucionar los problemas que aquejan a los autónomos.

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