Casado ha sido recibido a las puertas del Calatrava por cuatro mujeres: la presidenta del PP asturiano, Mercedes Fernández; la candidata autonómica, Teresa Mallada; la número uno al Congreso, Paloma Gázquez, y la diputada saliente Susana López Ares. "Nadie puede pedirnos cuotas aquí", ha bromeado a su llegada el presidente del PP.

A la pregunta de si ha sido complicado designar candidatos en Asturias, Casado ha pasado de puntillas: "No me ha quitado horas de sueño", ha dicho. Y luego se extendió en señalar que "una de las cuestiones que más ilusión" le ha causado ha sido "alcanzar un acuerdo con Foro para las nacionales".

El candidato popular a la presidencia del Gobierno ha insistido en que, antes de que se elaboraran las listas, tendió la mano a Ciudadnos y Vox "para optimizar el voto alternativo" a Pedro Sánchez. "El tiempo me ha dado la razón; ahora todos pasan al voto útil y a decir que nos pongamos de acuerdo". Casado hizo una referencia al último macrobarómetro del CIS. Aunque rechazó el resultado al considerarlo manipulado, destacó que "ya tenemos más votos los partidos de centro derecha que defienden la Constitución que la suma de PSOE, Podemos y nacionalistas, aunque menos escaños". Son solo "cinco diputados", a su juicio, los que podrían causar un vuelco electoral.