En una jornada electoral con más de 850.000 votantes asturianos llamados a las urnas, instaladas en más de 600 sedes diferentes, nunca faltan las anécdotas incluso en las mañanas más sosegadas. Así pasó en los colegios avilesinos de Sabugo y Virgen de las Mareas, donde se echó en falta material de escritorio para rellenar las papeletas del Senado. Por eso, a media mañana tuvieron que pedir una remesa de bolígrafos para dar agilidad a las votaciones, so pena de ver mermada la participación en la elección de representantes a la Cámara Alta.

(Puedes seguir en directo la jornada electoral en Asturias aquí)

En otro punto de Asturias, en Cangas de Onís, la comidilla de la mañana fueron los caramelos publicitarios que aparecieron en la mayoría de los colegios electorales del concejo. Dulces con el envoltorio del PSOE que duraron un plis-plas. Pero no porque se los llevaran los votantes, sino por causas bien distintas. Y es que, para evitar que se presentase denuncia en la Junta Electoral, los socialistas cangueses que los habían depositado sobre las citadas mesas prefirieron retirarlos antes de que la cosa pasara a mayores.

En Oviedo la cuestión fue algo más peliaguda y subida de tono. El foco estuvo en la denuncia por la presencia de hombres armados en un colegio electoral que hizo el histórico militante nacionalista asturiano Arturu Xosé Bermellu, de Andecha Asturi. Los hombres armados eran los agentes de la Policía Nacional que controlaban la tranquila mañana en el colegio San Pedro de Los Arcos. Un cruce de acusaciones, algunos calificativos que no gustaron a todos, y una situación tensa acabó por empañar la mañana en este punto electoral.

Pero para anécdota, la que protagonizaron tres amigas disfrazadas de hippies que acudieron a votar al colegio Pedro Miaja de Oviedo con su lema de campaña bien identificado: “Despedida loca”. Disfrutaban de una despedida de soltera que bien merecía el esfuerzo de madrugar para votar. Lo hicieron sobre las diez de la mañana.