El cambio de tono de Casado respecto a Vox encontró ayer réplica inmediata en Santiago Abascal. "Toda la campaña plagiando nuestro mensaje y tratando de imitar nuestro estilo y ahora, como los progres, insultáis a los votantes de Vox por tener principios", escribió Abascal en su cuenta de Twiteer. "Se os está poniendo cara de UCD", añadió, en referencia al partido que en su día lideró Adolfo Suárez y que, en poco tiempo, pasó del Gobierno a la práctica extinción. Abascal refrescó lo que Casado le proponía hace apenas unos días al señalar que "nos quería meter en el Gobierno y ahora nos insulta", reafirmándose en que "seremos la única oposición a la dictadura progre y al separatismo golpista".

Casado cargó en lo personal contra Abascal, para lo que recurrió a una trayectoria de la que los populares no hicieron mención durante la campaña. El líder de Vox le debe "mucho" al PP y estuvo "cobrando de fundaciones, chiringuitos y mamandurrias, como él dice, hasta antes de ayer". Durante su etapa de presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre, con quien Casado mantiene estrecha relación, colocó a Abascal al frente de la Agencia de Protección de Datos. Después pasó a ser gerente de la Fundación para el Mecenazgo y el Patrocinio Social, en la que percibía 83.000 euros anuales pese a no haber conseguido ningún resultado en sus proyectos.

La distancia abierta entre el PP y Vox puede complicar la continuidad del Ejecutivo de Juan Manuel Moreno, quien alcanzó la presidencia andaluza con los votos de la formación ultraderechista. Vox amenazaba ya antes de las elecciones con no apoyar los presupuestos, lo que en el nuevo contexto de relaciones se puede materializar.