Canapés y servilletas con banderas de España, mucha guasa, Abascal en "modo Don Pelayo" en un gigante póster en la pared y euforia desmedida en la capital del Principado. La sede de Vox Asturias en Oviedo fue ayer una fiesta para celebrar los resultados de las elecciones generales. La formación que lidera Santiago Abascal ha conseguido quedar tercera fuerza a nivel nacional, con 53 diputados.

En Asturias, con José María Figaredo como candidato al Congreso, superan su media nacional. Sacan un diputado (Figaredo) y consiguen el 15,9% de los votos, aunque se quedan como cuarta fuerza, a solo 341 votos de Podemos, terceros. "El resultado en Asturias es mejor que la media nacional, nos quedamos a punto de superar a Podemos. Tenemos una nueva oportunidad para defender nuestras ideas y a todos esos españoles silenciados que han puesto sus ideas en Vox, dijo Figaredo, eufórico, en su intervención ante los medios tras conocer los resultados, escoltado por Rodolfo Espina, presidente del partido ("España y Asturias necesitan a Vox", dijo durante la noche electoral), y Francisco Benavente, candidato al Senado.

Figaredo mandó varios mensajes a sus rivales políticos: "Si Podemos nos tacha de extrema derecha, lo hace dirigiéndose a tres millones y medio de españoles. Pedimos respeto y que todos los españoles nos abracemos. Hoy es un día para celebrar, pero también para mentalizarse del trabajo que nos viene encima, que es mucho y con dificultades. No podemos desfallecer, todavía estamos en la línea de salida, no en la meta", dijo sobre el futuro que le espera a Vox. Sobre el escenario de la política nacional que se vislumbra tras las elecciones generales, Figaredo se mostró más escéptico, "el éxito de Vox es rotundo, somos la tercera lista más votada. Nos da una fuerza moral y política fortísima. Defenderemos con puño de hierro y guante de seda las ideas de esa grandísima cantidad de españoles. Al margen de Vox, el resultado nacional se plantea complicado. Pedro Sánchez les dijo a los españoles que hablasen más claro y los españoles lo hicieron. Podemos rechazó la Vicepresidencia y los ministerios hace pocos meses y ahora fue castigado en las urnas por esa soberbia, lo han pagado. Habrá que ver cuál es la opción de Sánchez, si pacta con los nacionalistas y los comunistas, o ver qué alternativa toma", finalizó.

La sede de la formación, en la céntrica calle Palacio Valdés, estrenada hace pocas semanas, tuvo ayer su bautizo político por todo lo alto. Las encuestas y los sondeos vaticinaban el éxito final, así que la euforia era contenida entre el medio centenar de simpatizantes y afiliados que acudieron a seguir los resultados de las elecciones. Entre los cargos del partido, además de Espina y Benavente, también estuvieron los concejales ovetenses Cristina Coto y Sergio Huerta, aplaudidos a su llegada a la sede, como los apoderados de Vox en Asturias. Sobre las 22.00 horas Figaredo hizo acto de presencia entre abrazos, apretones de manos y muchos aplausos. "Vengo con sabor agridulce, porque veo a Torra en la Moncloa", dijo con sorna. Había muchas ganas de marcha, acentuadas con el discurso del líder de Vox, Santiago Abascal, a las 22.30. A gritos de "¡Presidente, presidente!" los simpatizantes entraron en éxtasis al escuchar al líder. Antes abuchearon de lo lindo y aplaudieron irónicamente a Pablo Iglesias, líder de Podemos, cuando salió a valorar sus resultados. "¡Él en su casa duerme muy bien!", contestó a la televisión a voces Figaredo cuando Iglesias insinuó que se dormirá peor con la "extrema derecha". También hubo cachondeo generalizado con los resultados de Ciudadanos, sin diputado por Asturias. Y la fiesta acabó, cómo no, con el "Viva España".