Contra Ciudadanos y contra Podemos, como única vía para echar a Mariano Rajoy, "el amigo de Bárcenas", de la Moncloa. Los cinco participantes en el mitin central de campaña del PSOE (el candidato, Pedro Sánchez; el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero; la cabeza de lista por Asturias, Adriana Lastra; el presidente regional, Javier Fernández, y el portavoz socialista en Gijón, José María Pérez), insistieron ayer en machacar la misma idea, siempre con la historia de lucha del PSOE en la cabeza (fueron numerosas las alusiones al recientemente fallecido Marcelo García, un histórico del socialismo gijonés), y con la intención de hacer un ejercicio de autoestima y convencer a los asistentes de que salgan a la calle a pañar votos.

Con las encuestas en contra, los candidatos redoblaron los ataques contra sus dos nuevos oponentes, Ciudadanos y Podemos. Pedro Sánchez, que alabó la trayectoria de su invitado estrella, el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, insistió en presentar a Albert Rivera como una reedición de la derecha tradicional, que recortará derechos, entre ellos los de las mujeres. "A Albert Rivera, de Ciudadanos, le pedimos que piense más en las ciudadanas", reclamó Sánchez, que dedicó también buena parte de su intervención a criticar la gestión de Rajoy, "que al único que ha rescatado ha sido a Bankia y a su amigo Rato". "Nosotros damos la cara, no como él. Me preguntan qué es lo que temo del debate con Rajoy. Y contesto: que no vaya". Para el candidato socialista, "Ciudadanos pide el voto para gobernar con el PP; Podemos, para ganar al PSOE. Somos los únicos que pedimos el voto para echar al amigo de Bárcenas de Moncloa", concluyó.

Antes de Sánchez, los asistentes ovacionaron a Zapatero, que aseguró que estaba en Gijón para reivindicar su "herencia" (tan mentada por el PP para justificar su gestión): la ley contra la violencia de género, la del aborto o la del matrimonio gay.