El PSOE pretende dar la vuelta a las encuestas a base de movilización en las urnas y pasión. Pedro Sánchez apeló ayer en La Corredoria al "orgullo y la raza" socialistas para ganar al PP y a Unidos Podemos mientras que el presidente del Principado, Javier Fernández, caldeó el mitin central de los socialistas en Asturias al grito de"no pasarán, no pasarán", una consigna que parecía más dirigida a la formación de Pablo Iglesias que a cualquier otro de los rivales en las urnas en la cita del 26-J. El candidato a la Moncloa, que visitó antes del mitin el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), aprovechó para firmar ante su militancia, de forma simbólica, los principales compromisos en materia de sanidad, la extensión de la tarjeta sanitaria y la derogación del copago farmacéutico.

"Estas elecciones las vamos a ganar como las ganan los socialistas, plaza a plaza, calle a calle, voto a voto", animó Pedro Sánchez, que pidió a los votantes de la izquierda "no tropezar dos veces en la misma piedra, no voten al que bloqueó el cambio", un mensaje con recado a Pablo Iglesias. "El cambio en este país es el PSOE", sostuvo el secretario general socialista, que recurrió en dos momentos de su discurso a "la emoción" como factor para decantar de su lado el voto en las próximas generales. "No puede quedarse ningún votante socialista en casa. El próximo Gobierno depende de los votantes del PSOE. Os pido movilización y orgullo". Sánchez tiró del ADN socialista, recordando el impulso a las políticas públicas dadas por "grandes ministros", entre los que citó a Ernest Lluch (Sanidad) y José María Maravall (Educación) y también destacó el papel decisivo del asturiano Luis Martínez Noval, "al que todos recordamos", dijo, con la aprobación de las pensiones no contributivas.

El candidato a la Moncloa recurrió a mensajes del debate a cuatro de la víspera, como cuando vaticinó "los previsibles nuevos recortes" de Mariano Rajoy o cuando reprochó a Pablo Iglesias que la "resulta más cómodo tener de presidente del Gobierno a Rajoy que un gobierno socialista".

El riesgo de "sorpasso" de Unidos Podemos, que las encuestas han convertido en tendencia, imprime carácter en los mítines del PSOE. "Orgullo y raza, y a ganar el 26 de junio", concluyó un Pedro Sánchez que no hizo alusión directa a Asturias en su discurso.

La intensidad había entrado en escena con Javier Fernández, que con el tono mitinero que le caracteriza de unas cuantas campañas a esta parte, encorajinó al público que poblaba las gradas y las sillas de la pista del Corredoria Arena. "Nuestros padres se emocionaban con la igualdad, tenían pasión por la educación. La derecha construía iglesias y plazas de toros, nosotros escuelas. Eran las armas de los que nos precedieron. Nuestro partido pagó un precio enorme, con juicios, exilios, soledades y sueños rotos. Y transformamos un país pobre y dictatorial en uno moderno, con servicios universales de calidad. Y podemos volver a hacerlo si le echamos coraje (...) Podemos construir el futuro sin olvidar lo que somos. Podemos hacerlo, podemos ganar, vamos a ganar. No pasarán, no pasarán, no pasarán".