Aunque el reparto de escaños al Congreso de los Diputados y al Senado en Asturias se mantuvo idéntico respecto al 20-D, la distribución del voto resultó inesperada y echó a la basura encuestas y previsiones de muchos partidos. PP-Foro subió a 207.811 votos (35,28%), lo que le permitió mantener sus tres diputados. Los socialistas, segunda fuerza más votada con 146.336 votos (24,85%), se quedaron con sus dos diputados. La coalición Unidos Podemos, con 140.058 votos y un 23,78%, no mejoró sus dos escaños, y Ciudadanos, con 74.370 votos y un 12,63%, logró mantener el suyo. El primer dato llamativo: la participación. Mientras que en el conjunto de España fue prácticamente igual, en Asturias se elevó en casi cuatro puntos y medio.

Claramente, esa mayor movilización favoreció a la coalición PP-Foro, que aumentó su cosecha de votos. El PSOE resistió e incluso mejoró sus resultados respecto al 20-D. Los únicos que ayer no tuvieron argumentos para felicitarse fueron Unidos Podemos y Ciudadanos. Los segundos, con todo, sufrieron una pérdida de 10.000 votos, pero no pusieron en peligro a su diputado. Pero la confluencia de Podemos e IU no tuvo argumentos para una lectura positiva. Se dejó por el camino de su confluencia unos 50.000 votos, su esperado "sorpasso" se quedó en gatillazo y ni siquiera logró su objetivo estratégico: arrebatarle el senador al PSOE.

La alianza PP-Foro aumentó aún mas su hegemonía sobre el mapa asturiano. El 20-D había logrado ser el más votado en 45 concejos: esta vez lo consiguió en 57. El balance, más de 20.000 votos extra, repartidos en casi todos los concejos, en los que populares y foristas mejoraron resultados. Especialmente llamativos fueron los aumentos en los tres grandes municipios: Oviedo, Gijón y Avilés. También en Siero. PP-Foro logró elevar la movilización de su electorado, y la única lista que pudo proclamar victoria y mejora sin paliativos en Asturias fue la encabezada por Susana López Ares.

La sensación de satisfacción también recorrió a los socialistas, aunque con matices. El mayor temor del PSOE asturiano era que Unidos Podemos les adelantase en votos. No lo consiguió en ningún momento. La lista encabezada por Adriana Lastra partió con una ventaja de casi 4.000 votos desde el principio que marcaron distancia con la liderada por Sofía Castañón y que se agrandó a medida que avanzaba el escrutinio, para terminar superando las 6.000 papeletas.

Los socialistas aprovecharon esa mayor participación para sumar casi 900 votos a los de diciembre. A cambio, el aluvión de votos movilizado por PP-Foro les pasó factura. El PSOE había logrado el 20-D ser el partido más votado en 31 concejos asturianos: esta vez sólo lo logró en 18, la práctica totalidad rendidos a PP-Foro.

Los socialistas perdieron votos en muchos concejos, pero lo compensaron con importantes subidas en las grandes ciudades: Oviedo, Gijón y Avilés. También aumentó el PSOE en cifras absolutas de votos respecto al 20-D en concejos de las Cuencas como Mieres, Langreo y Aller, además de en Siero y Castrillón.

La cruz de estos comicios fue para Unidos Podemos. Terminó rehén de su eslogan y la esperada sonrisa de aventajar al PSOE terminó congelada con caras largas y poca fiesta. Los malos resultados ponen en una situación difícil la confluencia en Asturias de cara a las próximas elecciones autonómicas. Podemos e IU se dejaron por el camino casi 46.000 votos al acudir de forma conjunta a las urnas. El fracaso era palpable en el "pub" ovetense en el que ambos partidos siguieron los resultados: incluso mantuvieron físicamente las distancias en el local. El único "sorpasso" sobre el PSOE lo obtuvo en Langreo. En Mieres, Podemos ya había sido la fuerza más votada el 20-D.

Ciudadanos salvó los muebles. Acusó una bajada similar a la que registró en el conjunto del país, pero mantuvo el escaño en el Congreso para su candidato, Ignacio Prendes. Pero el análisis detallado por concejos deja claro que su debilidad ha estado en el voto urbano, con importantes descensos en Oviedo, Gijón y Avilés.

Aunque en escaños nada se ha movido, el 26-J ha implicado un trasvase de votos que, sin duda, tendrá su influencia en el escenario autonómico.